Ante los rumores de que en la fiesta se consumió cocaína, la mandataria de 36 años, negó rotundamente en la televisión pública haber tomado drogas.
La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, pasa un test de drogas para disipar dudas tras verse envuelta en una polémica por irse de fiesta tras filtrarse un vídeo, que se ha hecho viral, y en el que aparece bailando en una fiesta durante sus vacaciones con un grupo de amigos.
Ante los rumores de que en la fiesta se consumió cocaína, la mandataria de 36 años, negó rotundamente en la televisión pública haber tomado drogas.