En la localidad de Bezruky, 16 casas fueron destruidas. Las autoridades locales dicen que "las fuerzas de ocupación se han vuelto locas" en los últimos tres días y que "no han disparado tanto desde los primeros días de la guerra".
Intensos ataques, este fin de semana, contra zonas residenciales en la región ucraniana de Járkov. En Bezruky, 16 casas fueron destruidas y las autoridades locales acusan a las tropas rusas de usar municiones de fósforo. Su uso contra personas está prohibido desde 1997 por la Convención de Ginebra.
"En los últimos tres días, las fuerzas de ocupación se han vuelto locas. La cantidad de proyectiles que han disparado durante tres días en las localidades de la municipalidad de Hromada... No han disparado tanto desde los primeros días de la guerra. Lo que impresiona es que esta noche, el enemigo usó municiones de fósforo en racimo contra infraestructuras civiles", ha dicho Vyacheslav Zadorenko, jefe de la Administración de Derhachi Hromada.
Pese a la intensidad de los ataques rusos, ningún vecino de Bezruky resultó herido. Muchos ya han sido evacuados, aunque unas 1 000 personas viven todavía en el pueblo, según las autoridades.