Rusia espera anunciar los resultados manipulados para iniciar la anexión de los territorios ocupados. Estados Unidos ha anunciado que impondrá más sanciones si eso ocurre.
Las autoridades de ocupación del Donbás dicen que es por razones de seguridad, pero que sus empleados vayan de puerta en puerta para que la gente vote es una muestra de que la libre participación en lo que llaman "referéndum" es una mascarada.
En Mariúpol y Donetsk, la televisión rusa ha filmado estas imágenes para intentar dar una imagen de normalidad.
Pero la realidad es la de Zaporiyia, cuya parte ocupada también tiene un voto de la misma calidad democrática que los del Donbás: Los continuos bombardeos de la artillería rusa asolan la parte ucraniana, y la central nuclear está lejos de estar fuera de peligro.
"El mundo reaccionará de forma absolutamente justa ante los pseudo-referendos, que serán condenados de forma inequívoca, y ante la movilización criminal que los ocupantes intentan llevar a cabo actualmente en Crimea y otras partes de Ucrania, que controlan por ahora", declaró el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.
Rusia espera anunciar los resultados manipulados para iniciar la anexión de los territorios ocupados, y Estados Unidos ha anunciado que impondrá más sanciones si eso ocurre.
Al mismo tiempo, la maquinaria del Kremlin muestra imágenes de ciudadanos felices de alistarse para ir a la guerra, en contraste con lo que se ve en las redes sociales, al igual que en contraste con lugares como la frontera terrestre ruso-georgiana.
Decenas de personas potencialmente movilizadas escapan de su destino en la guerra de Putin por cualquier medio.
"Pánico, toda la gente que conozco está en pánico. La mayoría de la gente no sabe qué hacer, muchos no pueden salir. Más del setenta por ciento de la población no tiene pasaporte", explicó uno de los ciudadnos rusos intentnado dejar el país.
Desde que el presidente ruso anunció la movilización, los boletos sencillos para salir de Rusia se han disparado de precio o se han agotado.
