Las tensiones entre bosniacos (musulmanes) y croatas de Bosnia-Herzegovina por una controvertida reforma electoral ha debilitado aún más el pequeño país balcánico que celebra elecciones y que afronta desde hace tiempo ya el desafío secesionista de los serbobosnios.
Bosnia Herzegovina celebra elecciones dividida. Tres millones 400 mil habitantes están llamados a las urnas para elegir a los tres miembros de la presidencia colegiada y los diputados del Parlamento central. Además los ciudadanos eligen a los diputados de los dos parlamentos autonómicos que conforman Bosnia. En total compiten más de 7.250 candidatos de 72 partidos y 30 coaliciones.
Hay un total de 14 Gobiernos comunales diferentes con un total de 136 ministros. Una gran disparidad que ahonda en las divisiones del país: 27 años después de la guerra va mal económicamente. Su huella sigue siendo omnipresente. Las etnias siguen enfrentadas. Cientos de miles de personas emigran y la reconciliación no avanza.
"Muchos pierden la paciencia. Sobre todo la generación joven que termina por emigrar", destaca, Mirhunisa Zukic, de la Unión para un retorno estable a Bosnia
Por ello, durante 12 años no ha habido elecciones locales ni alcalde en Mostar. La mayoría de la gente vota a los candidatos de su grupo étnico y el interés por el país en su conjunto está casi totalmente ausente de la campaña electoral.
En los comicios de este domingo se eligen los representantes de las instituciones autonómicas y centrales de Bosnia que tiene una compleja estructura, concebida en 1995 para poner fin a la peor de las guerras en la antigua Yugoslavia.
El Estado central tiene una presidencia colegiada compuesta por un representante musulmán, otro croata y otro serbio, los "tres pueblos constitutivos" del país.
Bosnia está formado por dos entes autónomos,la República Serbia y la Federación, este último con diez cantones, y todos con gobiernos y cámaras propios.
Los bosniocroatas forman con los bosniomusulmanes un ente común, pero sectores nacionalistas croatas exigen mejorar su "representación legítima" y acusan a los musulmanes, más numerosos, de usurpar sus derechos como pueblo constitutivo.
La falta de acuerdo está bloqueando el ente, con un Gobierno provisional que no ha cambiado desde los comicios de 2014.