Desde Moscú se informa a su vez de ataques ucranianos en Járkov, Donetsk y Lugansk, todos ellos repelidos, según se anuncia desde el ministerio de Defensa de Rusia.
Al menos cuatro personas murieron y otras 10 resultaron heridas en un nuevo ataque de las tropas rusas en Ucrania, informan desde Kiev. Varias localidades vecinas a la central hidroeléctrica de Zaporiyia fueron alcanzadas por los bombardeos rusos, dejando a miles de personas sin sumistro eléctrico.
Desde Moscú, se informa a su vez de ataques ucranianos en Járkov, Donetsk y Lugansk, todos ellos repelidos con gran éxito, según se anuncia desde el ministerio de Defensa.
"En dirección a Kupiansk, un batallón reforzado del enemigo atacó las posiciones de las tropas rusas en dirección a Berestove, en Járkov", informaba en su nuevo comunicado el portavoz de este ministerio, Igor Konashenkov. "Todos los ataques fueron repelidos. Fueron eliminados más de 150 efectivos ucranianos, un tanque, cinco vehículos de combate de infantería, cuatro vehículos blindados de transporte de personal y nueve camionetas".
Moscú publicaba también imágenes de ejercicios militares en Kaliningrado, enclave ruso entre Polonia y Lituania.
Drones sobre suelo ruso
Superados los ocho meses de guerra, los ataques aéreos han sido constantes contra suelo ucraniano, pero, salvando las distancias, Rusia no es la única que vuela sus aparatos más allá de sus fronteras. En Járkov, soldados ucranianos hacen despegar drones que sobrevuelan espacio ruso para detectar y las bases desde donde el enemigo dispara sus misiles.
"Los hacemos volar no sólo hasta la frontera rusa, sino mucho más adentro del territorio ruso, ya que están disparando desde allí", cuenta Chenchen, piloto de drones.
En la región de Jersón, asentamientos como Arkhangelsk, invadidos por Rusia y ahora recuperados por Ucrania, tratan de volver a ponerse en pie, con muchos civiles regresando a unos hogares que, en muchos casos, ni siquiera existen ya.