Como otros antiguos territorios soviéticos, Moldavia es el escenario de un tira y afloja entre corrientes políticas prorrusas y prooccidentales, con el gobierno actual firmemente situado en esta última categoría.
PUBLICIDADReunión en París para ayudar a Moldavia, víctima colateral de la guerra en Ucrania. Tras las conferencias previas en Berlín y Bucarest, 50 delegaciones internacionales se reunen para ayudar a Moldavia, un pequeño país vecino de Ucrania, de 2,6 millones de habitantes, que afronta una crisis económica y humanitaria con la llegada del invierno por la drástica caída del suministro de energía de Rusia. Moldavia es un país candidato a adherirse a la Unión Europea.
"Nos centraremos primero en las necesidades más urgentes a corto plazo, como ayudar a la población de Moldavia a pasar el invierno. El segundo objetivo de esta conferencia, al igual que en las dos anteriores, es prestar asistencia al país a largo plazo, en su programa de reformas económicas, en sus infraestructuras y, en definitiva, ayudándole en su camino hacia la Unión Europea", declaraba la Ministra de Exteriores de Francia, Catherine Colonna.
Moldavia sufre las consecuencias de la guerra en Ucrania, sobre todo en materia de energía, pues la empresa rusa Gazprom ha reducido a la mitad sus exportaciones de gas a Chisinau. Además, las exportaciones de electricidad desde Ucrania ya no son posibles debido al bombardeo de las infraestructuras ucranianas.
Se estima que el país necesitaría 1.100 millones de euros de financiación adicional para cubrir los costes energéticos adicionales de este invierno.