La Navidad ortodoxa ha traído a ambos bandos más muerte y destrucción, a pesar de las 36 horas de alto el fuego que concluía en la medianoche del sábado, y que al no ser respetado deja a Moscú y Kiev aún más lejos de un arreglo pacífico al conflicto.
En Ucrania, termina la tregua decretada por Vladímir Putin, sin que hayan cesado las hostilidades durante la Navidad ortodoxa. Festividad en la que prosiguieron los bombardeos cerca de las ciudades de Chasiv Yar, Járkov y Bajmut; y que soldados rusos y ucranianos celebraron en las trincheras bajo fuego enemigo.
"Sólo la expulsión del ocupante ruso en territorio ucraniano y el fin de la presión rusa a Ucrania y a toda Europa significará el restablecimiento de la seguridad y la paz. Trabajamos en ello con la ayuda de nuestros socios, para lograr lo que tiene el mundo civilizado", declaró el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su mensaje de la Navidad ortodoxa.
Festividad que este año ha traído a ambos bandos más muerte y destrucción, a pesar de las 36 horas de alto el fuego no respetado, que concluían en la medianoche del sábado, y que deja a Moscú y Kiev lejos de un arreglo pacífico al conflicto.