Las elecciones europeas del año que viene serán un momento clave para determinar el futuro de la Unión Europea. La conferencia de dos días ha enviado un mensaje muy claro: las lecciones extraídas de la reciente crisis no bastan por sí solas para fortalecer Europa.
Las lecciones aprendidas tras dos años de enfrentarse a la pandemia y las consecuencias de la invasión rusa de Ucrania fueron algunos de los temas abordados en la primera jornada de conversaciones.
El Estado de Derecho y la transición digital son algunos de los temas que se debatieron en las sesiones presenciales.
"A veces Europa sólo se centra en problemas pequeños y por eso no es capaz de afrontar retos mayores. ¿Por qué Italia ha insistido en la necesidad de hacer frente a la inmigración? porque es una cuestión compartida por todos. no es sólo un problema italiano", explicaba Antonio Tajani, Ministro de Asuntos Exteriores de Italia.
Los panelistas también respondieron a preguntas sobre el papel global de Europa y cómo ha cambiado a raíz de los últimos acontecimientos.
Otro de los problemas de Europa es su posición en el tablero político mundial. Para algunos expertos, el continente se está debilitando en relación a sus competidores. Timothy Garton Ash, Profesor de Estudios Europeos, Universidad de Oxford es uno de ellos: " Desgraciadamente, mientras nosotros nos hemos hecho un poco más fuertes, otros se han hecho mucho más fuertes, de modo que, en relación con China, Rusia, India y otras potencias no occidentales, creo que estamos relativamente débiles y ése es parte de nuestro problema".
El viernes la atención se centró en la política exterior europea y en la crisis energética, la peor a la que se ha enfrentado Europa. Algo que puede considerarse tanto una oportunidad como un reto.