El hombre que apuñaló a cuatro niños y a dos adultos en un parque de la ciudad de Annecy ha sido imputado este sábado por "tentativa de asesinato" y no por delitos terroristas. La fiscal ha insistido en que en las investigaciones que se han hecho hasta ahora "no aparece la motivación terrorista".
PUBLICIDADEl sospechoso de los apuñalamientos de cuatro niños y dos adultos en un parque de Annecy ha sido acusado de intento de asesinato. Un cargo por el que podría ser condenado hasta a cadena perpetua.
El hombre, un refugiado sirio de 31 años con residencia permanente en Suecia, no ha querido hablar ni con la policía durante las 48 horas que ha estado bajo arresto, ni con los jueces.
Llevaba varios meses en Francia como sintecho. Los jueces han decidido que ingrese en prisión.
La fiscal de Annecy ha anunciado su inculpación. Line Bonnet-Mathis, ha señalado: "La fiscalía de Annecy ha abierto hoy una investigación judicial por los cargos de "intento de asesinato" y "rebelión con arma". Se han asignado al caso dos jueces de instrucción del Tribunal de Justicia de Annecy. La Fiscalía ha solicitado su ingreso en prisión preventiva, y esta mañana ha sido llevado ante dos jueces de instrucción que le han imputado estos delitos. No ha querido hablar con los jueces".
Los seis heridos "ya no corren peligro", según la fiscal de Annecy. Pero siguen hospitalizados los cuatro niños y uno de los adultos. Este último sigue internado, pero su estado le ha permitido prestar declaración.
Bonnet insistió en que en las investigaciones que se han hecho hasta ahora "no aparece ninguna motivación terrorista". Según los testigos de la agresión a los que ha interrogado la policía, parece que durante el apuñalamiento aludió a su mujer, a su hija y a Jesucristo.
Al ser arrestado por cinco agentes de policía, apenas unos minutos después del ataque a los niños y a escasos 300 metros del lugar de los hechos en el mismo parque, que se encuentra a orillas del lago de Annecy, entre sus posesiones se encontró, además del puñal que utilizó para la agresión, un crucifijo, dos imágenes cristianas, un carné de conducir sueco y 440 euros en efectivo.
Tiene 31 años y tanto su mujer como su hija -de tres años- viven en Suecia, donde él obtuvo el estatuto de refugiado en 2013. En mayo de 2022, se fue de Suecia y estuvo en Italia y en Suiza antes de recalar en Francia, donde ha estado viviendo sin domicilio fijo desde octubre del pasado año.
A su llegada, solicitó el estatuto de refugiado en Francia, pero la Administración le respondió con una negativa el pasado día 4 precisamente porque ya tenía reconocido ese estatuto en Suecia.
Un estatuto que le permitía circular por el espacio Schengen, aunque no establecerse de forma permanente en un país diferente al que le había dado el estatuto de refugiado.
Esa cuestión ha alimentado una polémica en Francia creada por algunos dirigentes de la derecha y de la extrema derecha, que han aprovechado para denunciar la política de inmigración, a su juicio demasiado laxa, y para criticar las reglas europeas, en particular las que permiten la libre circulación de los refugiados.
De acuerdo con la prensa francesa, Abdelmasih H. fue movilizado por el Ejército de su país al estallar la guerra civil en 2011 y decidió desertar.
Primero pasó por Turquía, donde conoció a la que luego se convertiría en su mujer (también siria, luego nacionalizada sueca) con la que se fue a Suecia donde nació su hijo.
La madre del agresor, que vive en Estados Unidos, ha afirmado en la prensa francesa que su hijo sufría una "grave depresión" por los rechazos sucesivos que había recibido a sus solicitudes para obtener la nacionalidad sueca.