Los equipos de rescate todavía están tratando de recuperar a cualquiera que esté enterrado bajo los escombros, pero el equipo de excavación es escaso en el terreno y las comunicaciones entre aldeas remotas son difíciles
Los supervivientes del terremotos del sábado en el oeste de Afganistán, uno de los peores en décdas, comienzan a enterrar a sus muertos. Al menos 2 400 personas han fallecido en un terremoto de magnitud 6,3 al que siguieron numerosas réplicas posteriores.
Los equipos de rescate todavía están tratando de recuperar a cualquiera que esté enterrado bajo los escombros, pero el equipo de excavación es escaso en el terreno y las comunicaciones entre aldeas remotas son difíciles.
Un portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres calificó el terremoto de "sin precedentes" y advirtió que el número de muertos seguramente aumentará.
La Media Luna Roja Afgana ha logrado llevar ayuda al distrito de Zinda Jan de la provincia de Herat. Se están distribuyendo tiendas de campaña, lonas, materiales para almacenar agua, mantas, ropa, utensilios de cocina y alimentos, y voluntarios están instalando un campamento de emergencia en la zona para proporcionar refugio a las personas sin hogar.
Afganistán se ve frecuentemente afectado por terremotos. En junio del año pasado, la provincia de Paktika fue sacudida por un terremoto de magnitud 5,9 que mató a más de 1 000 personas y dejó a decenas de miles sin hogar.
La Unión Europea se solidarizó "plenamente" este domingo "con el pueblo" de Afganistán, afectado por un fuerte terremoto, y envió a la zona del desastre sísmico a equipos para ayudar a las víctimas, dijo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
"Un terremoto de magnitud 6,3 sacudió el oeste Afganistán y se cobró muchas vidas. La UE se solidariza plenamente con el pueblo de Afganistán afectado por este terrible acontecimiento. Los equipos de la UE ya llegaron a la zona del desastre para ayudar", señaló Borrell en su cuenta oficial en X.