La coalición tripartita liderada por el primer ministro liberal Xavier Bettel se debilita, debido a los malos resultados del partido de Los Verdes, que han perdido 5 escaños. Mientras tanto, el Partido Conservador Social-Cristiano gana el derecho de formar el próximo gobierno.
PUBLICIDADCon unas reñidas elecciones parlamentarias en Luxemburgo, la coalición tripartita liderada por el primer ministro liberal Xavier Bettel se debilita, debido a los malos resultados del partido de Los Verdes, que han perdido 5 escaños.
Por su parte, el Partido Conservador Social-Cristiano ganó las elecciones generales, con lo que seguirá siendo el partido más amplio, y con el poder para formar el próximo gobierno.
Este partido consiguió 21 escaños de los 60 diputados del Parlamento, muy por delante de los resultados cosechados por los liberales (14), los socialdemócratas (11) y los verdes (4), trío integrante de la coalición gubernamental saliente.
Además de los socialcristianos de la CSV, los populistas de derechas del Partido Alternativo de la Reforma Democrática son los otros grandes vencedores de la noche electoral, con 5 cargos electos, lo que le permite constituir su grupo parlamentario.
Ahora comienzan las conversaciones, pero podría llevar varias semanas intentar formar una coalición.
Un partido mayoritario inusualmente al margen
Hace diez años, Bettel sucedió a Jean-Claude Juncker, el democristiano que más tiempo llevaba en el cargo elegido democráticamente en Europa. Los democristianos del CSV han permanecido inusualmente al margen durante los últimos diez años, a pesar de ser el partido mayoritario.
Sin embargo, la coalición tripartita de liberales, socialistas y verdes, liderada desde 2013 por Xavier Bettel no podrá interponerse en su camino esta vez.
Luxemburgo es el segundo país más pequeño de la Unión Europea, con 650.000 habitantes, y el más rico per cápita; pero los expertos señalan el** riesgo de que aumenten las desigualdades, sobre todo en el acceso a la vivienda**, uno de los problemas flagrantes del país, donde la escasa oferta ha provocado la subida de los precios.
Al igual que en Bélgica, el voto es obligatorio en Luxemburgo.