España registra el mayor número de menores condenados por delitos sexuales desde que hay registros, y en Italia la cifra aumentó un 15,7%, pero ¿por qué?
PUBLICIDADHace sólo unos meses, la policía investigaba cuatro violaciones colectivas en un centro comercial de la ciudad española de Badalona.
La alarma la dio la madre de una de las niñas. Su hija de 11 años había sido violada por seis menores en los aseos del centro comercial. Tres de ellos tenían menos de 14 años y, por tanto, no eran penalmente responsables, y otro nunca fue identificado.
El juez condenó a dos de ellos - uno de los cuales había amenazado al hermano de la víctima - a arresto juvenil. El último fue condenado a una pena condicional.
El caso de Badalona, que conmocionó al país por la impunidad de los menores, es sólo un ejemplo de los miles de delitos sexuales que llegan a los juzgados de menores.
Tanto España como Italia están preocupadas por estos casos y, en particular, por el fenómeno de las violaciones en grupo, que ha causado alarma social.
España es el país con mayor número de menores condenados por delitos sexuales desde que hay registros.
El número de delitos sexuales cometidos por jóvenes de entre 14 y 17 años ha aumentado un 14% en un año.
La cifra es aún mayor en Italia, donde el número aumentó un 15,7%, según un informe de la Dirección Central de Policía.
Pornografía en lugar de educación sexual
Las cifras muestran que los hombres cometen más delitos que las mujeres. En España, el 76% de los delitos fueron cometidos por hombres, mientras que el 23% fueron cometidos por mujeres.
Lo mismo ocurre en Italia, donde cerca del 90% de las víctimas de violencia sexual son mujeres y niñas.
Así lo confirmó a Euronews José Ramón Bernácer, juez de menores de Toledo (centro de España), que lleva 17 años conociendo de estos casos.
"Cada vez tenemos más chicos en centros de internamiento de menores por delitos contra la libertad sexual y cada vez más condenas por este tipo de delitos", afirma.
El juez afirma que el número de casos de este tipo que ha conocido se ha duplicado en los últimos seis años.
A la pregunta de por qué, apunta a un problema de sexualidad: "Hay una falta de educación sexual, de la que podemos ser responsables los adultos. Esto se refleja en este tipo de delitos", dice Bernácer.
Muchos jóvenes acaban reproduciendo patrones agresivos y "machistas".
"Los niños que no tienen educación ni experiencia sexual ven películas porno hechas para adultos y confunden lo que es el sexo", explica a Euronews María Rosario Gomis, psicóloga especializada en violencia de género y estrés postraumático.
"Como no tienen con qué comparar, asimilan la pornografía agresiva y piensan que eso es la sexualidad", añadió.
La psicóloga, que lleva 39 años tratando a víctimas de violencia sexual en Francia y España, se alegra de ver que admitir ser víctima de violencia sexual ya no es tan tabú como antes. Cada vez son más las personas que lo denuncian.
PUBLICIDAD"A medida que la sociedad se ha ido concienciando, nos hemos dado cuenta de que hay muchísimos casos. Estadísticamente es una locura, pero antes no lo sabíamos porque simplemente no se contaba", dice Gomis.
Los expertos señalan que este doble fenómeno, tanto la reproducción de actitudes agresivas aprendidas de la pornografía como el hecho de que la denuncia haya dejado de ser un tabú, ha contribuido al aumento de las cifras.
¿Una sensación de impunidad?
Tanto el caso de las violaciones en grupo de Badalona, en el que los menores fueron puestos en libertad, como otros con un desenlace similar, han creado una sensación de impunidad en la sociedad hacia este tipo de actos.
"Los menores siguen diciendo: 'No podemos ir a la cárcel'. Creen que sus actos no tienen consecuencias", afirma la psicóloga.
Mientras algunos expertos coinciden con esta opinión, otros aseguran que "no es real".
PUBLICIDAD"La sociedad quiere que seamos más duros con los menores, pero está enviando un mensaje contradictorio al ser cada vez más permisiva y sobreprotectora. Los padres dicen que quieren ser más duros, excepto cuando se trata de sus hijos", explica el juez de menores.
Desde la entrada en vigor, el pasado noviembre, de la nueva y controvertida ley española contra la violación, las medidas que pueden imponerse a los menores se han endurecido.
Los adolescentes mayores de 14 años pueden ser condenados a entre 1 y 8 años de internamiento en un centro de menores.
"La ley es suficientemente dura. No creo que el endurecimiento de las penas conduzca a una reducción de los delitos contra la libertad sexual. No se trata de cambiar el código penal, sino de cambiar la educación sexual que damos a los jóvenes", añade el juez.
Los menores condenados tienen pocas posibilidades de recibir atención terapéutica continuada.
PUBLICIDADEl juez asegura que en su provincia sólo hay un psicólogo, un trabajador social y un educador. La falta de recursos hace que los profesionales estén desbordados.
"Cada vez son más los delitos contra la libertad sexual cometidos por menores, lo que obliga a destinar cada vez más recursos, tanto dentro como fuera de los centros".