Mientras los civiles están ocupados reconstruyendo sus casas para el invierno, los soldados ucranianos están recibiendo ropa para afrontar las bajas temperaturas.
Mientras la nieve ya ha cubierto gran parte de la región norte de Chernígov en Ucrania, un grupo de militares ucranianos vestidos con trajes de camuflaje invernal participa en ejercicios que les enseñan a identificar y repeler a los saboteadores rusos.
Chernígov, al igual que su región vecina de Sumy, se enfrenta a menudo a la amenaza de que grupos de sabotaje lleguen al territorio de Kiev desde la frontera con Rusia.
"Creo que todo hombre, incluso si tiene miedo de algo, necesita pasar por ese tipo de entrenamiento y resolverlo todo. Eso te templa", dijo Oleksandr, un instructor militar ucraniano de 28 años.
Donaciones europeas de ropa de invierno
El clima invernal ha endurecido las condiciones de combate para los soldados ucranianos, que necesitan ropa de invierno para afrontar las bajas temperaturas de la región. Por este motivo, la asociación danesa Defence Ukraine ha vuelto a recaudar dinero este año y ha comprado ropa de invierno para los soldados.
El alcalde del pueblo, Odin, un ex soldado, sabe lo importante que es que los soldados tengan la ropa adecuada en invierno. Los paquetes de ropa serán enviados a las trincheras, donde los soldados ucranianos actualmente se están defendiendo de los ataques rusos.
"Definitivamente lo necesitamos. Estamos en batalla, así que corremos, asaltamos, atacamos. La ropa puede rasgarse o empaparse y nunca sabes dónde sentarte o aterrizar, por lo que necesitas poder cambiarte de ropa", según aseguró un sargento mayor conocido como 'Sherif', de la vigésima cuarta brigada.
Los civiles preparan sus casas destruidas
El invierno está pasando factura en muchos lugares de Ucrania y esto significa que la gente de las zonas liberadas está ocupada preparando sus hogares para las bajas temperaturas.
El pueblo de Blagodatne, en la región de Mykolajiv, al noroeste de Jersón, ha sido arrasado por los combates. Pero actualmente varios residentes de la localidad están intentando reconstruir sus casas para poder tener un lugar donde dormir durante el invierno.
Uno de ellos es Viktor, cuya casa, de unos 172 metros cuadrados, fue construida en 1990 y tenía todo lo que soñaba. Ahora, la casa y el resto del pueblo están en ruinas tras los ataques rusos. Sin embargo, Viktor está ocupado reparando su casa. De vez en cuando vienen algunos amigos para ayudar a reconstruirla.