Se estima que cada año mueren 9.000 delfines por accidentes con equipos de pesca en el Golfo de Vizcaya.
PUBLICIDADFrancia decretó una prohibición temporal de la pesca comercial en aguas de su jurisdicción en el Atlántico, que entró en vigor este lunes y que durante un mes impedirá las capturas con el propósito de proteger a los delfines en el Golfo de Vizcaya.
La medida se aplica tanto a las empresas pesqueras francesas como a las extranjeras, y se extenderá entre este 22 de enero y el 20 de febrero, en los caladeros frente a la costa atlántica de Francia. En el Golfo de Vizcaya, se calcula que cada año mueren unos 9.000 delfines debido a accidentes con equipos de pesca, también conocidos como “captura incidental”, según los expertos marinos del Consejo Internacional para la Exploración del Mar.
Los pescadores locales han criticado la prohibición calificándola de “absurda” y alegan que pone en riesgo sus medios de vida.
Delfines atrapados en equipos de pesca
La medida supondrá el cese casi total de la pesca desde Finisterre, en el oeste de Bretaña, hasta la frontera española. La prohibición se aplica a las embarcaciones de más de ocho metros de eslora, lo que implica que alrededor de 450 barcos franceses se verán obligados a permanecer en puerto.
La suspensión temporal de la pesca en la zona se produjo después de que el máximo tribunal administrativo del país, el Consejo de Estado, ordenara la medida el año pasado.
Los ambientalistas han estado presionando por una mayor protección para los cetáceos durante años, después de los aumentos repentinos de muertes en la costa atlántica. El Consejo Internacional para la Exploración del Mar, que rastrea los ecosistemas del Atlántico Norte, ha pedido repetidamente una pausa invernal de ciertas técnicas de pesca poco éticas.
Los delfines pueden quedar atrapados en aparejos como redes, cuerdas y sedales atados a los barcos de pesca. Según la Comisión Ballenera Internacional, las especies más pequeñas suelen morir inmediatamente, ya que no pueden llegar a la superficie para respirar. Los animales más grandes pueden escapar, pero, a menudo, se quedan con el equipo de pesca aún atado y terminan arrastrando pesadas cuerdas, boyas o redes durante años, añadió el organismo.
Los pescadores protestan contra la prohibición en el Golfo de Vizcaya
La prohibición ha provocado la ira entre los pescadores franceses y los profesionales de la industria, que dicen que el sector podría perder millones de euros de ingresos. En respuesta, el Gobiernode Francia ha prometido una compensación. El ministro para la Transición Ecológica, Christophe Béchu, dijo a la prensa francesa que hasta el 75 por ciento de las pérdidas de ingresos se cubrirían y pagarían "lo más rápido posible".
Algunos pescadores, sin embargo, dicen que no encuentran sentido a detener las actividades durante un mes, mientras otros señalan que la compensación prometida por las autoridades sería insuficiente para cubrir las pérdidas.
El Comité Nacional de Pesca Marítima y Agricultura Marina, que representa a la industria pesquera francesa, culpó a las “ONG extremistas” y afirmó que los delfines “no están en peligro de extinción”.
Philippe Garcia, jefe del grupo de conservación marina Defensa de los Medios Acuáticos, aconsejó a los pescadores que cooperen con las medidas. "Si los pescadores no siguen el juego, será contraproducente para ellos", dado que un incremento en las muertes de animales marinos reforzaría el argumento ecologista, señaló.