Según la Policía de la región de Donetsk, en el este del país, misiles rusos alcanzaron varios edificios en Pokrovsk, aunque no hubo víctimas.
PUBLICIDADEl Ejército ucraniano ha derribado tres bombarderos rusos en la madrugada de este jueves, según anunció el nuevo jefe comandante de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, en Telegram.
Según la Policía de la región de Donetsk, en el este del país, misiles rusos alcanzaron varios edificios en Pokrovsk, aunque no hubo víctimas.
La Universidad Técnica de Donetsk y una escuela resultaron dañadas, junto con al menos 14 edificios residenciales, dos administrativos, un centro cultural, una oficina de correos y una central térmica.
Rusia no desvela su posición
El Ministerio de Defensa ruso publicó imágenes de lo que describen como unidades de artillería rusas operando enUcrania, sin especificar su ubicación.
El portavoz del Grupo Oriental de las Fuerzas Armadas de Ucrania dijo que en dirección a Bajmut, los invasores rusos están tratando de capturar los pueblos de Ivanivske y Bohdanivka, en Donetsk.
Los países europeos no tienen planes de enviar tropas
Esta semana, declaraciones del presidente de Francia, Emmanuel Macron, despertaron controversia en Europa. Macron aseguró que no se debía descartar la intervención de la OTAN en Ucrania, un anuncio que provocó una reacción inmediata del Kremlin.
Sin embargo, después de las palabras del presidente francés, muchos líderes europeos descartaron la idea de una intervención militar. El primer ministro búlgaro declaró en una audiencia en el Parlamento que mientras él permanezca en el cargo, la decisión de enviar soldados búlgaros nunca será discutido ni tomado.
En medio de dos guerras, con la invasión rusa y el conflicto con los agricultores europeos por los cereales ucranianos, Kiev envió 7.600 toneladas métricas de harina de trigo al Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Sudán para su distribución.
La iniciativa forma parte del proyecto "Cereales de Ucrania" lanzado por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y ha sido posible gracias al Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, que cubrió todos los costes operativos de unos 15 millones de euros.