El país celebró el viernes una ceremonia simbólica para conmemorar el fin de las perforaciones en el yacimiento de gas de Groninga, que ha aumentado el riesgo sísmico en la región desde que comenzó la producción en la década de 1960.
Los Países Bajos han cesado oficialmente las operaciones de perforación en el yacimiento de gas de Groninga, el más grande de Europa, marcando este hito con una ceremonia simbólica.
Este campo ha sido un pilar económico desde su descubrimiento en 1959 y ha contribuido significativamente a la economía desde la década de 1960. Sin embargo, la extracción de gas ha provocado un aumento en la actividad sísmica en la región, culminando en un terremoto de magnitud 3,6 en 2012, el más fuerte registrado en el área.
A raíz de estos eventos, se tomó la decisión en 2018 de terminar gradualmente las operaciones de perforación, que efectivamente cesaron en octubre de 2023.
Aunque algunos pozos se mantuvieron abiertos temporalmente debido a condiciones climáticas extremas y la incertidumbre política internacional por la invasión rusa a Ucrania, el impacto de la actividad sísmica, que ha causado daños a miles de estructuras desde 1986 (más de 1.600 terremotos registrados), ha llevado a esta suspensión definitiva.
Las compañías petroleras Shell y ExxonMobil, que operaban el campo, están buscando compensación por las reservas de gas no extraídas. La paralización de la perforación busca mitigar el riesgo de futuros terremotos, aunque persiste la incertidumbre sobre si será suficiente para prevenirlos debido a las cavidades subterráneas que quedan.