Israel ha culpado a Hezbolá del ataque y ha amenazado con más represalias
PUBLICIDADDolientes de la comunidad drusa desfilaron por las calles de Majdal Shams tras el atentado contra un campo de fútbol que el sábado causó la muerte de al menos 12 niños y heridas a más de 30.
Carteles y lazos negros en recuerdo de los 12 niños y jóvenes fallecidos se adhirieron a una valla donde se produjo la mortal explosión, en una sombría escena. El ataque con cohetes fue el más mortífero en la frontera norte de Israel desde que comenzaron los combates entre Israel y el grupo militante libanés Hezbolá.
Israel ha culpado a Hezbolá del incidente, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que el grupo militante "pagará un alto precio". Hezbolá respondió que había atacado una base militar en los Altos del Golán en represalia por los ataques israelíes contra un pueblo libanés, pero negó estar detrás del ataque contra el campo de fútbol.
El ataque ha hecho temer una escalada del conflicto en la región entre ambos grupos, y el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ha declarado que está trabajando en una solución diplomática para "poner fin a todos los ataques de una vez por todas" en la zona fronteriza entre Israel y Líbano.
Los ataques aéreos israelíes en Líbano han causado la muerte de más de 450 personas desde principios de octubre, entre ellas miembros de Hezbolá y unos 90 civiles y no combatientes.
Funcionarios de varios países, entre ellos Estados Unidos y Francia, han visitado Líbano para tratar de aliviar las tensiones entre Israel y Hezbolá, pero no han logrado grandes avances, ya que el grupo militante se niega a dejar de disparar hasta que termine la ofensiva israelí en Gaza. Israel y Hamás están sopesando una propuesta de alto el fuego que aliviaría los 10 meses de violencia entre Israel y Hamás en Gaza y liberaría a unos 110 rehenes cautivos.