La búsqueda de un nuevo primer ministro se vuelve urgente siete semanas después de que Francia celebrase elecciones legislativas anticipadas.
PUBLICIDADEl quebradero de cabeza político de Francia está lejos de resolverse. El presidente Emmanuel Macron relanzó este martes una nueva ronda de conversaciones con varios grupos políticos con la esperanza de formar un nuevo Gobierno.
Representantes del grupo centrista independiente LIOT fueron consultados el martes. El partido de la derecha conservadora, recientemente rebautizado como 'La Derecha Republicana', hablará con el presidente el miércoles.
La coalición de izquierdas, Nuevo Frente Popular (NFP), que obtuvo el mayor número de escaños en las elecciones anticipadas pero se quedó a las puertas de la mayoría, se ha negado a participar en las conversaciones en curso. El lunes por la noche, Macron volvió a rechazar a la candidata del NFP a primera ministra, la funcionaria y economista Lucie Castets.
¿Por qué ha descartado un Gobierno de izquierdas?
En una declaración, el dirigente afirmó que un Gobierno de izquierdas amenazaría la "estabilidad institucional", ya que no sobreviviría a un voto de confianza en la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento. Políticos de centro, derecha y extrema derecha han anunciado que intentarán derribar cualquier Gobierno presidido por la izquierda.
"El trabajo continúa y la puerta está abierta", dijo Emmanuel Macron antes de recibir al primer ministro irlandés, Simon Harris, en el Palacio del Elíseo el martes por la noche. El presidente francés también dijo que daría la bienvenida a "todos aquellos que deseen seguir trabajando por el bien del país".
La extrema izquierda amenaza con un 'impeachment'
No hay ningún requisito legal que obligue a Macron a nombrar a un primer ministro del partido que ganó más escaños, pero el NFP ha insistido en que el candidato debe provenir de sus filas porque es el grupo más grande.
El partido de extrema izquierda la Francia Insumisa (LFI), que ha sido aislado y tachado de extremista por Macron y otros partidos, anunció que iniciará un procedimiento de destitución contra el jefe del Estado. El coordinador de LFI, Manuel Bompard, calificó los comentarios de Macron de "golpe antidemocrático inaceptable" y convocó protestas para el 7 de septiembre.
En un signo de fractura de la opinión en la izquierda, Pierre Jouvet, secretario general del Partido Socialista, dijo que sus partidarios no planean participar en protestas, y dio a entender que estaban abiertos a nuevas discusiones con el presidente.
"No estamos llamando a la gente a tomar las calles en este momento", dijo Jouvet en una entrevista con 'France Info'. "La urgencia está en el debate, en la discusión política, aunque la decisión de Emmanuel Macron nos preocupa profundamente".
Pero con la inminente ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos el miércoles por la noche y la visita de Macron a Serbia a finales de semana, el nombramiento del futuro primer ministro es cada vez más urgente.
El Gobierno dimisionario del primer ministro Gabriel Attal lleva más de 40 días en funciones, una situación sin precedentes desde la posguerra. El tiempo sigue corriendo, ya que el plan presupuestario nacional para 2025 debe presentarse al Parlamento antes del 1 de octubre.
La ausencia de un bloque político dominante no tiene precedentes en la historia política reciente de Francia, y parece que el país se encamina hacia un Parlamento en blanco, ya que ninguno de los tres existentes quiere formar coalición.