Mientras se deponen temporalmente las armas en el sur del Líbano, las fuerzas del Gobierno de Salvación sirio, apoyadas por Turquía, han atacado la histórica ciudad en poder del Ejército de Al-Assad, reavivando la guerra en el país de Oriente Próximo.
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Este viernes se han producido encarnizados combates en el barrio occidental de Alepo, donde el Ejército nacional sirio ha perdido el centro del barrio clave de Nueva Alepo, que las milicias de Hezbolá e Irán han dejado abandonado.
La ofensiva de las fuerzas rebeldes del Gobierno de Salvación de Siria (SSG por sus siglas en inglés) también ha tomado el control de las zonas urbanas de Khalsa, Al-Rashidin y Khan Tuman, donde el Ejército bajo el mando del presidente Bashar al-Assad ha abandonado cuatro viejos tanques T55 de fabricación soviética, según el sitio web de seguimiento Liveuamap.
Las fuerzas aéreas rusas y sirias reaccionaron este viernes por la mañana y bombardearon la provincia de Idlib, capital de facto del SSG. El jueves, un ataque por sorpresa de las fuerzas del SSG en Alepo rompió un alto el fuego de cinco años, reavivando la guerra siria pocas horas después de que entrara en vigor un alto el fuego en Líbano, al acordar Israel y Hezbolá deponer las armas el miércoles.
Según Liveuamap, también hay combates en la zona desmilitarizada del norte de Siria, fronteriza con Turquía. Las fuerzas anti-Assad apoyadas por Turquía han logrado hacerse con el control de una parte de la M5, el principal nudo de carreteras entre Alepo y la capital, Damasco, según fuentes oficiales.
¿Quiénes son las fuerzas sobre el terreno?
Las fuerzas sirias, rusas e iraníes temen que la nueva ofensiva pueda llevar a los rebeldes a hacerse con el control total de la ciudad de Alepo, lo que supondría un duro golpe para Moscú y Teherán, con este último aún conmocionado por las recientes pérdidas sufridas por su aliado Hezbolá en el sur del Líbano.
El comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Kioumar Pourashemi, habría muerto en las primeras horas de la escaramuza en Alepo, mientras que los ataques aéreos rusos son especialmente feroces en la zona urbana de Khan Al-Asal, donde se encuentra una importante base de combustible del Ejército sirio.
Según fuentes iraníes, el Gobierno de al-Assad ha desplegado en la ciudad histórica y capital de la gobernación más poblada de Siria la 25ª división de las Fuerzas Especiales, antes conocidas como Fuerzas Tigre, entrenadas por Rusia. El SSG cuenta con el apoyo del grupo islamista Tahrir al-Sham, acusado de creencias extremistas y vinculado a Jabhat al-Nusra, la franquicia siria de Al Qaeda que estuvo operativa hasta 2019.
Otras unidades militares desplegadas por las fuerzas presidenciales incluyen la Brigada Palestina de Jerusalén y la 4ª División Siria, armadas con modernos tanques de fabricación rusa T-90 y versiones mejoradas del T-72.
Según informes no confirmados, 200 soldados han perdido la vida. Las fuerzas de Idlib han afirmado que entre las bajas había miembros rusos de una unidad de aviones no tripulados. Siria alberga dos puestos militares estratégicos para Moscú: el puerto de la Armada rusa en el Mediterráneo Oriental, en Tartus, y una Base Aérea en Jmeimim.