El bombardeo israelí contra una vivienda en la localidad rural de Tamun a última hora del miércoles supuso la última escalada en la intensificación de los ataques en la Cisjordania ocupada.
El Ministerio de Sanidad palestino afirmó que un ataque aéreo israelí en el norte de Cisjordania ha matado al menos a 10 personas. El Ejército de Israel declaró que el bombardeo llevado a cabo por un avión de combate iba dirigido contra una célula miliciana palestina de la zona, basándose en información de su Inteligencia.
El uso de un avión de combate por parte de Israel para atacar la localidad rural de Tamun a última hora del miércoles supuso la última escalada en la intensificación de los ataques israelíes en la Cisjordania ocupada. Los residentes de Tamun dijeron que el ataque aéreo alcanzó una casa en un barrio muy concurrido. El Ministerio de Sanidad palestino advirtió de que era probable que aumentara el número de muertos.
Los palestinos afirman que las extensas operaciones militares (como la incursión en curso en el campo de refugiados de Yenín, que hasta ahora ha causado la muerte de al menos 18 palestinos) no hacen sino ahondar el resentimiento hacia Israel y prolongar el ciclo de violencia. En un comunicado, Hamás lamentó la muerte de los hombres asesinados en Tamun, pero no los reivindicó como integrantes de sus filas. El grupo islamista hizo un llamamiento a los palestinos en la Cisjordania ocupada para que se movilizaran contra Israel con la esperanza de hacerle "pagar el precio de sus crímenes".
Israel mantiene su incursión militar en Yenín
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, indicó el miércoles que el Ejército tiene previsto mantener soldados en la ciudad de Yenín en un futuro previsible. Katz prometió que el campo de refugiados urbanos en la localidad de Yenín, considerada un bastión de las milicias palestinas, "no volverá a ser lo que era".
El Ejército ha declarado que ha matado a 18 presuntos milicianos palestinos durante la incursión militar que se ha prolongado ya más de una semana en Yenín y sus alrededores, y en la que los soldados y las excavadoras blindadas han causado daños generalizados y destruido decenas de viviendas.
Las autoridades sanitarias palestinas no han hecho público el número total de víctimas mortales, pero afirman que el fuego israelí ha matado al menos a unos 20 palestinos desde el comienzo de la incursión, entre ellos una niña de 2 años. El Ejército israelí se ha comprometido a investigar su muerte.