El niño llevaba desaparecido desde julio. Se lo llevó su padre y ahora ha sido encontrado en una casa abandonada, sin luz, ni agua, y frecuentada por drogadictos en Braga, Portugal.
La Policía Judicial de Braga ha localizado a un niño de 10 años en una casa vacía, sin electricidad ni agua corriente, lugar de reunión de personas vinculadas al consumo de drogas estupefacientes", según el comunicado oficial. La casa se encuentra en la localidad de Delães, cerca de Vila Nova de Famalicão, en el distrito de Braga.
El niño llevaba desaparecido desde el pasado mes de julio. Al parecer, el padre es toxicómano y tenía la custodia legal del niño. En verano, se llevó al niño a un lugar desconocido y permaneció ilocalizable, lo que revela "claros indicios de que intentaba ocultar el paradero del niño".
La madre del niño dio la alerta a la Policía
Cuando la madre, que había emigrado a Francia, regresó de vacaciones a Portugal, no logró encontrarlos y fue entonces cuando se puso en contacto con las autoridades. "Con el inicio del curso escolar y el hecho de que el niño no había asistido a clase, se intensificó la búsqueda en la zona de Delães, en Vila Nova de Famalicão, y el niño fue localizado en el interior de una casa vacía, sin electricidad ni agua corriente, en un lugar donde se reúnen y pasan la noche personas que consumen drogas", dice el comunicado de la Policía Judicial.
Detectan restos de cocaína en el cuerpo del menor
El niño de 10 años fue "encontrado con su padre, en condiciones claramente insalubres, vistiendo ropas de su padre. Presentaba múltiples lesiones compatibles con mordeduras dispersas en diversas zonas del cuerpo y mostraba que no había tenido ningún cuidado higiénico durante mucho tiempo". Según algunos vecinos, el padre y el hijo llevaban viviendo unos dos meses en esa casa, sin condiciones mínimas de habitabilidad, tampoco disponía de alimentos.
En colaboración con el Juzgado de Familia y Menores de Guimarães, el niño fue rescatado, entregado a su madre y trasladado al Hospital de Vila Nova de Famalicão para su evaluación, en estrecha comunicación con la Comisión de Protección del Niño y del Joven (CPCJ). Según un informe de Correio da Manhã, los análisis revelaron restos de cocaína en el cuerpo.