Carlos Alcaraz superó a Alex de Miñaur por 7-6 (5) y 6-2 en su debut en las ATP Finals de Turín. El murciano venció al australiano por quinta vez consecutiva y demostró su superioridad tras un primer set ajustado que se resolvió en el tie break con una reacción contundente.
Carlos Alcaraz mantiene su hegemonía absoluta sobre Alex de Miñaur. El australiano, séptimo del mundo y presente por segundo año consecutivo en las ATP Finals, volvió a hincar la rodilla ante el murciano, que se apuntó su quinta victoria consecutiva en el cara a cara entre ambos. El partido, disputado en el pabellón Inalpi de Turín, terminó con un marcador de 7-6 (5) y 6-2 en una hora y 40 minutos.
El primer set fue una batalla de contrastes. Alcaraz dominó con su derecha a una media de 132 km/h (frente a los 119 km/h de De Miñaur) y con su revés a 125 km/h, pero la resistencia del australiano mantuvo vivo el suspense. De hecho, Alcaraz realizó un saque a una velocidad de vértigo de 223 km/h.
El murciano llegó a verse a un punto del 5-1, pero no cerró el set y permitió que De Miñaur forzara el tie break. En ese momento crucial, el aussie incluso se colocó 3-5, pero Alcaraz reaccionó encadenando cuatro puntos consecutivos que le dieron la primera manga.
La perfección en el segundo set
Tras resolver el tie break, Alcaraz desplegó todo su arsenal técnico en el segundo set. El murciano dio rienda suelta a su repertorio: saque-volea, dejadas precisas, ganadores a 165 km/h y, especialmente, un revés perfeccionado que había sido motivo de dudas tras su derrota ante Cameron Norrie en París hace apenas doce días.
"Cuando pierdes buscas las cosas positivas. Le hemos dado vueltas a lo que pasó en París", explicó Alcaraz a Àlex Corretja. "Le hemos hecho hincapié al golpe de revés, que me había generado dudas. Y cuando insistes e insistes en buscar algo, lo acabas encontrando".
El segundo set fue un monólogo del murciano, que cerró con un contundente 6-2. Alcaraz abre así con victoria su participación en estas ATP Finals, el único gran torneo que le falta por conquistar y uno de sus asuntos pendientes. Si logra ganar los tres partidos del grupo Jimmy Connors, recuperaría el número 1 mundial que Jannik Sinner le arrebató hace unos días en París.