Es la primera vez que el Vaticano investiga públicamente a un obispo en activo en España por presuntos abusos sexuales a un menor, en un caso inédito que afecta al prelado de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza.
El Vaticano está investigando al obispo de la diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, de 76 años, por presuntos abusos sexuales continuados a un menor cuando era sacerdote y dirigía el seminario de la diócesis de Getafe en los años 90. Según el diario 'El País', el Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica en España abrió la investigación después de una denuncia enviada por correo este verano al Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano.
Según la víctima, los abusos habrían comenzado en 1994, cuando él tenía 14 años, y se prolongaron hasta que cumplió 21. "Escribo esta carta solo con la intención de evitar que lo que me pasó a mí le pueda seguir pasando a otro niño", escribe en la denuncia. En la misiva también se relatan caricias, besos, tocamientos y terapias de conversión, además de lo que el interesado describe como manipulación emocional realizada por Zornoza, quien supuestamente habría reconocido "ciertas manipulaciones" en un encuentro reciente con la víctima.
"Al mismo tiempo, le reconocí mi homosexualidad. Rafa me permitió acceder al seminario y me llevó a una terapia de conversión para curar mi homosexualidad", explicó en la misiva, a la que ha obtenido acceso 'El País'.
Acusaciones "graves" y "falsas", según la diócesis de Cádiz y Ceuta
La diócesis de Cádiz y Ceuta ha difundido un comunicado en el que califica las acusaciones como "muy graves y además falsas" y anuncia que el obispo ha suspendido temporalmente su agenda "para el esclarecimiento de los hechos y para atender el tratamiento de un cáncer agresivo que está recibiendo". Además, afirma que colaborará "en todo lo que sea requerido" y recuerda el principio de presunción de inocencia.
Por su parte, la Conferencia Episcopal Española expresó su "confianza en la Justicia y respeto al trabajo del Tribunal de la Rota" sin ofrecer más valoraciones sobre la víctima. Asimismo, la Diócesis de Getafe explicó que no tiene constancia oficial de la denuncia y se ha puesto a disposición de los tribunales para colaborar.
Este caso supone un hecho sin precedentes en España: es la primera vez que se conoce públicamente que un obispo en activo es investigado por el Vaticano por presunta pederastia. Aunque el delito habría prescrito ante la Justicia civil, la investigación canónica sigue adelante, conforme al procedimiento eclesiástico que recae sobre la archidiócesis metropolitana correspondiente.
La apertura de esta investigación se produce en un momento en que la Iglesia Católica española enfrenta un creciente escrutinio por su gestión de casos de abusos y el respaldo institucional a las víctimas.