El obispo de la diócesis italiana de Bolzano-Bressanone, Ivo Muser, pidió perdón y asumió su responsabilidad por los 67 casos de abusos sexuales sucedidos en su obispado desde 1964. La investigación confirmó al menos 67 casos de abuso sexual, incluidos 59 de menores, por parte de sacerdotes.
"Pido perdón a los implicados, a las comunidades parroquiales y a los fieles". Con estas palabras, el obispo de la diócesis de Bolzano-Bressanone, Ivo Muser, afronta el escándalo de los abusos sexuales a menores en la Iglesia católica de la región del Alto Adigio, en el norte de Italia.
"El informe que se ha encargado no es un punto de llegada sino un mandato para seguir trabajando con toda la determinación posible: es necesario un cambio cultural", añadió Muser en la rueda de prensa celebrada el viernes sobre este asunto. La investigación sobre la violencia, que confirmó al menos 67 casos de abusos sexuales (59 contra menores) entre 1964 y 2024 por parte de 29 sacerdotes.
Ivo Muser: "Asumo la responsabilidad por las omisiones"
Muser dijo que asume "la responsabilidad personal por las omisiones durante su tiempo como obispo, incluyendo una investigación insuficiente de los sacerdotes sospechosos, la renuencia a tomar medidas preventivas claras contra los sacerdotes acusados y una documentación deficiente que describa los pasos a seguir en el manejo de los casos de abuso".
La diócesis de Bolzano-Bressanone dijo que ha implementado lo que el obispo Muser llama "medidas concretas" para prevenir el abuso sexual dentro de la iglesia del Tirol del Sur. "Se invita a los afectados a compartir, personalmente o de forma anónima, sus historias y experiencias para apoyar el proceso de cambio", reiteró el obispo.
Las medidas adoptadas por la Iglesia en Bolzano
Entre las medidas concretas anunciadas se incluye el nombramiento de un grupo de expertos que elaborará directrices vinculantes para el tratamiento de los casos de abuso, que se implementarán a finales de 2025. Se creará un grupo interdisciplinario para examinar con efecto inmediato todos los casos de sacerdotes acusados aún vivos y proponer medidas para los próximos pasos a seguir.
También se explicarán las tareas y responsabilidades del Centro de Escucha, del Servicio de Intervención y del Servicio de Prevención. Se establecerá un equipo de intervención para preparar decisiones de manera profesional y se realizarán esfuerzos para fortalecer el papel de las mujeres en posiciones de liderazgo en la Iglesia.
"Los casos de abusos en la Iglesia no pueden ser considerados como episodios aislados también porque se basan en déficits sistémicos como la sexualidad inmadura pero también el aislamiento de los sacerdotes, la falta de una cultura del error y la poca transparencia", declaró el vicario general de la Diócesis de Bolzano-Bressanone, Eugen Runggaldier, durante la conferencia de prensa.