Italia afronta los abusos sexuales en el seno de la Iglesia

El problema de los abusos sexuales en la Iglesia se afronta en Italia de forma diferente que en otros países del mundo. Hace cuatro años el Papa Francisco convocó una cumbre mundial para abordar la cuestión, prometiendo el fin del encubrimiento. A pesar de ello al Vaticano le siguen lloviendo acusaciones de no hacer lo suficiente para poner fin a esta crisis. Conversamos con Marie Collins, exintegrante de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores que denuncia la falta de voluntad de la Iglesia para cambiar.
Salir de la sombra del encubrimiento
"Cuando dimití, quería que se supiera que había habido resistencia. Quería que la gente supiera que la Comisión había intentado hacer su trabajo en el seno de la curia, pero que el poder del Vaticano y de sus políticos quería controlar la comisión para quitarnos nuestra independencia, tenían miedo de cualquier cambio que pudiéramos introducir. Y sobre todo, querían salvar la reputación de la Iglesia", explica Marie Collins, víctima de abusos durante su adolescencia y activista contra el abuso sexual de menores.
"A falta de una investigación independiente y dado que no hay cifras oficiales, ni compromiso alguno por parte del Estado italiano, el escándalo de los abusos a menores en el seno de la Iglesia se ha vuelto la misión de la asociación "Red contra el abuso".
Según "Red contra el abuso" en 13 años de existencia de esta asociación han recibido 400 denuncias.
Nos reunirnos con su presidente, Francesco Zanardi. Él también víctima de abusos sexuales por parte de un sacerdote.
El silencio incrementa el número de víctimas potenciales
"Es importante el número total de víctimas potenciales de las que puede abusar un sacerdote, que es diferente a la de u n laico. Y esto se debe principalmente al encubrimiento y al hecho de que el sacerdote en lugar de ser denunciado a la policía suele ser trasladado de una iglesia a otra, lo que provoca más víctimas. Pues en Italia, el número total de sacerdotes es dos o tres veces mayor que en Francia".
Según un reciente informe enviado a las autoridades italianas. Se estimaba que el número total de víctimas en el país ascendería a casi 1 millón. Pero, ¿por qué es tan particular esta cuestión en Italia?
La Conferencia Episcopal Italiana publicó recientemente un informe que abarca sólo los dos últimos años sobre la base de las denuncias recogidas por los "centros de escucha" creados en las diócesis.
"Italia sigue siendo un país muy homogéneo desde el punto de vista cultural y social. No digo que todos seamos católicos, pero cada italiano tiene un vínculo con la Iglesia católica, ya sea familiar o religioso. Por eso aquí tardan más y es más difícil darse cuenta de lo que pasa", considera Iacopo Scaramuzzi, corresponsal en el Vaticano de "La Repubblica".
Los activistas contra el abuso sexual de menores en el seno de la Iglesia esperan que Italia salga de la sombra del encubrimiento, para investigar y denunciar estos delitos.