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Alemania acelera la modernización de su Ejército con compras récord de armamento

Pistorius durante una visita al Regimiento Blindado 203 de las Fuerzas Armadas alemanas en el Cuartel Mariscal de Campo Rommel en Augustdorf, 1 de febrero de 2023.
Pistorius durante una visita al Regimiento Blindado 203 de las Fuerzas Armadas alemanas en el Cuartel Mariscal de Campo Rommel en Augustdorf, 1 de febrero de 2023. Derechos de autor  Martin Meissner/Copyright 2023 The AP. All rights reserved.
Derechos de autor Martin Meissner/Copyright 2023 The AP. All rights reserved.
Por Johanna Urbancik
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La 'Bundeswehr' avanza en su proceso de modernización tras ejecutar 149 proyectos de adquisición por unos 24.000 millones de euros en 2025, con compras en Alemania, Europa y Estados Unidos para reforzar sus capacidades militares.

El Ejército alemán ('Bundeswehr') necesita modernizarse, y hacerlo con rapidez. El balance de adquisiciones de 2025 muestra que el proceso ha avanzado pese a las elevadas exigencias, principalmente gracias a la simplificación de los procedimientos y a numerosas decisiones adoptadas por el Parlamento alemán.

Financiada en gran parte a través del fondo especial creado para reforzar la Defensa, la 'Bundeswehr' ejecutó el año pasado un total de 149 proyectos de adquisición por un importe aproximado de 24.000 millones de euros.

Numerosos sistemas nuevos ya han sido entregados o se encuentran en fase de introducción. Una de las prioridades fue el Ejército de Tierra, con nuevas entregas del vehículo de combate de infantería Puma, fabricado por las empresas alemanas de defensa KNDS Deutschland y Rheinmetall Landsysteme.

Sin embargo, no todos los sistemas de armamento de la 'Bundeswehr' se fabrican en Alemania. La mayor parte de los contratos de adquisición recaerá en fabricantes europeos y solo alrededor del 8% corresponderá a compras en Estados Unidos.

El límite de las capacidades alemanas

Entre los sistemas que no se producen en Alemania figuran los cazas F-35, los aviones de patrulla marítima P-8A Poseidon para la Armada y los misiles de crucero Tomahawk, todos ellos de fabricación estadounidense. También se realizan adquisiciones en otros países europeos, como la sustitución de la pistola reglamentaria P8 por la CZ P13 de fabricación checa. A ello se suman sistemas de defensa antiaérea como el Iris-T, de producción alemana, y el sistema de defensa antimisiles Arrow-3, desarrollado en cooperación entre Estados Unidos e Israel.

Estos sistemas son de gran importancia para la 'Bundeswehr'. En el caso del F-35, por ejemplo, su producción fuera de Estados Unidos no es posible debido a las tecnologías altamente complejas y confidenciales que incorpora. A ello se añaden instalaciones industriales específicas, restricciones legales a la exportación, como las normas ITAR, y consideraciones estratégicas que impiden su fabricación en el extranjero.

Se ha debatido la posibilidad de sustituir el F-35 por cazas europeos, como el Gripen sueco, pero la alternativa no resulta tan sencilla. Según diversas informaciones, el F-35A, el modelo que también recibirá la 'Bundeswehr', está certificado para transportar la bomba nuclear estadounidense B61-12.

Esto le permite portar tanto armamento convencional como nuclear y lo convierte en una plataforma clave dentro del programa de reparto nuclear de la OTAN, como sucesor de aviones más antiguos con capacidad nuclear, como el Tornado.

Un caza F35 de las Fuerzas Aéreas australianas durante las maniobras Talisman Sabre 2025, 14 de julio de 2025.
Un caza F35 de las Fuerzas Aéreas australianas durante las maniobras Talisman Sabre 2025, 14 de julio de 2025. Rick Rycroft/Copyright 2025 The AP. All rights reserved

Otra posible alternativa era el Sistema Aéreo de Combate del Futuro (FCAS), desarrollado conjuntamente por Francia, Alemania y España, con el objetivo de redefinir el combate aéreo y preservar la autonomía estratégica europea.

Sin embargo, el proyecto atraviesa una fase compleja. Aunque los tres países mantienen su compromiso político, los conflictos industriales, especialmente entre Airbus y Dassault Aviation por el liderazgo y el reparto de tareas en el desarrollo del caza de nueva generación, están ralentizando el avance del programa.

El FCAS no se concibe como un único avión de combate, sino como un "sistema de sistemas" interconectados, compuesto por un caza tripulado, drones acompañantes y una nube digital de combate. El primer vuelo del nuevo avión no se espera antes de 2030, y su entrada en servicio operativo sería más probable a partir de 2040. Aun así, persisten dudas sobre el cumplimiento del calendario y los costes previstos.

Un equilibrio político

Aunque alrededor del 80% del material de defensa se adquiere en Alemania, alcanzar una independencia total resulta difícil también desde el punto de vista político.

En una reunión de la OTAN celebrada a principios de diciembre, el vicesecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, criticó a los países europeos por priorizar a su propia industria de defensa frente a los proveedores estadounidenses. Reclamó que el gasto en Defensa se traduzca en capacidades operativas reales y pidió no excluir a las empresas de Estados Unidos del mercado europeo.

La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, publicada recientemente, afirma además que "desde las alianzas militares hasta las relaciones comerciales y más allá, Estados Unidos insistirá en ser tratado con justicia por otros países. Ya no toleraremos, ni podemos permitirnos, los viajes gratuitos, los desequilibrios comerciales, las prácticas económicas depredadoras y otras imposiciones que dañan la buena voluntad histórica de nuestra nación y perjudican nuestros intereses".

En una entrevista con 'Euronews', Ben Hodges, teniente general retirado del Ejército de Estados Unidos, afirmó que "dónde compre Alemania su material de defensa debería depender ante todo de qué ofrezca a la 'Bundeswehr' la mejor capacidad". No obstante, reconoció que existen sistemas que Alemania actualmente no puede, o no quiere, producir.

El experto en seguridad Christian Mölling explicó también al diario 'Bild' que una producción exclusivamente nacional no siempre es viable por razones de tiempo. En el caso de la nueva pistola para las tropas, producirla en Alemania habría requerido construir nuevas fábricas, adelantos financieros del Gobierno y plazos mucho más largos.

Estandarización de las capacidades de defensa europeas

Otro de los motivos para recurrir a adquisiciones europeas es el objetivo de avanzar hacia una mayor estandarización y cooperación entre las fuerzas armadas del Viejo Continente.

Por ello, la Unión Europea impulsa de forma específica las compras conjuntas de material de defensa, con el fin de armonizar unos equipos que hasta ahora han estado muy fragmentados y de reducir duplicidades. El uso de sistemas iguales o compatibles facilita de forma notable las operaciones conjuntas entre ejércitos europeos.

Programas como EDIRPA o el Programa Europeo para la Industria de Defensa (EDIP) buscan incentivar a los Estados miembros a abandonar las adquisiciones puramente nacionales y a invertir de manera conjunta.

El objetivo final es una industria europea de Defensa más coordinada y unos sistemas de armamento técnicamente armonizados. A largo plazo, según la estrategia de la UE, esto no solo reforzará la eficacia operativa y la solidaridad entre socios, sino también la integración militar europea y la capacidad de defensa común.

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