La Casa Blanca confirmó un segundo ataque de EE.UU. contra una embarcación vinculada a Venezuela y defendió su legalidad, mientras crece la presión del Congreso para aclarar la supuesta orden de un "segundo golpe" y el rol del secretario de Defensa, Pete Hegseth.
La Casa Blanca confirmó este lunes que Estados Unidos llevó a cabo un segundo ataque contra los supervivientes de una primera operación en el Caribe el pasado 2 de septiembre, en la que se había interceptado una embarcación señalada por supuestas actividades de narcotráfico.
La secretaria de prensa de Trump, Karoline Leavitt, defendió la legitimidad de la actuación y la Casa Blanca desvinculó de cualquier responsabilidad al secretario de Defensa, Pete Hegseth, en pleno arranque de las investigaciones del Congreso, donde varios comités republicanos han anunciado un escrutinio exhaustivo de los bombardeos.
La polémica estalló después de que el medio estadounidense 'The Washington Post' revelara que, tras quedar dos personas con vida en el primer ataque, se habría ordenado un segundo golpe para cumplir una supuesta instrucción de "no dejar a nadie a bordo", lo que reabrió dudas sobre la legalidad de la operación. Hegseth había tachado las informaciones de "noticias falsas".
La Administración Trump sostiene que actúa en legítima defensa al destruir embarcaciones que supuestamente transportan drogas ilícitas hacia Estados Unidos.
Los próximos pasos de Trump
Trump se reunirá este lunes con sus asesores para evaluar la estrategia hacia Venezuela, en medio del amplio despliegue militar estadounidense en el Caribe y de una creciente escalada en su retórica contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
El encuentro tendrá lugar pocas horas después de que el propio Trump confirmara haber mantenido una conversación telefónica con Maduro, sin ofrecer detalles sobre su contenido. También coincide con su orden de considerar "cerrado en su totalidad" el espacio aéreo alrededor de Venezuela, una medida que ha generado seria preocupación en Caracas y ha llevado a varias aerolíneas, entre ellas la española Iberia, a suspender todas sus operaciones en el país hasta el 31 de diciembre.
Según medios estadounidenses, la reunión busca definir los próximos pasos, tanto diplomáticos como militares, dentro de la llamada "campaña antidrogas", que ya incluye ataques marítimos a embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico procedente de Venezuela y que, de acuerdo con informes preliminares, habrían dejado decenas de víctimas.