El Programa Mundial de Alimentos ha distribuido más de un millón de paquetes durante el alto el fuego, pero muchos palestinos denuncian que la ayuda es insuficiente. El Ejército israelí mantiene controles estrictos en los pasos fronterizos y la ONU cifra en 90.000 las toneladas de ayuda retenidas.
Otros 47 camiones de ayuda humanitaria entraron en Gaza el domingo. Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), durante los dos meses de frágil alto el fuego ya se han distribuido más de un millón de paquetes, alcanzando a aproximadamente la mitad de la población de la Franja.
El PMA ha habilitado 59 puntos de distribución, pero parte de la población ha expresado su descontento con la ayuda recibida. Muchos denuncian que los lotes incluyen únicamente harina, alubias y lentejas, muy por debajo de lo que recibían en años anteriores a través de la UNRWA, cuando también se repartían conservas de pescado o productos como mermelada.
Testimonios recogidos por agencias internacionales reflejan ese malestar. Un residente afirmó que las cestas actuales "no alivian el hambre", mientras que una madre lamentaba que no consigue alimentar adecuadamente a sus hijas desnutridas "solo con arroz o legumbres".
La situación es aún más crítica para las familias que, según organizaciones humanitarias, no han recibido ninguna ayuda en los últimos seis meses.
En los pasos fronterizos, el Ejército israelí mantiene controles exhaustivos que determinan qué organizaciones pueden acceder a la Franja y qué tipo de suministros están autorizados. De acuerdo con cifras de Naciones Unidas, cerca de 90.000 toneladas de ayuda continúan retenidas en los cruces, sin poder llegar a quienes más la necesitan.