Dos militares estadounidenses y un intérprete civil murieron en el centro de Siria después de que un hombre armado, presuntamente perteneciente al ISIS, abriera fuego contra la puerta de un puesto militar. Otros tres soldados estadounidenses y miembros de las fuerzas sirias resultaron heridos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido este sábado una "represalia muy seria" después de que dos soldados estadounidenses y un civil murieran en un ataque emboscado en Siria que Washington cree que fue ejecutado por el grupo Estado Islámico, más conocido como ISIS.
Un pistolero solitario abrió fuego contra una base militar estadounidense cerca de la histórica Palmira, hiriendo a otros tres soldados estadounidenses en el ataque.
"Lamentamos la pérdida de tres Grandes Patriotas Americanos en Siria, dos soldados y un Intérprete Civil. Del mismo modo, rezamos por los tres soldados heridos que, se acaba de confirmar, se encuentran bien", dijo Trump en un post en su plataforma de redes sociales, Truth Social.
"Este fue un ataque del ISIS contra Estados Unidos, y Siria, en una parte muy peligrosa de Siria, que no está totalmente controlada por ellos", continuó.
Trump dijo que ha estado en contacto con el presidente interino de Siria, Ahmad al Sharaa, quien, según el mandatario estadounidense, se mostró enfadado por este ataque y prometió el apoyo de sus fuerzas armadas en cualquier contramedida estadounidense.
"El presidente de Siria, Ahmed al Sharaa, está extremadamente enfadado y perturbado por este ataque. Habrá represalias muy serias", anunció Trump.
La senadora republicana por Iowa, Joni Ernst, dijo que los soldados eran miembros de la Guardia Nacional de Iowa, donde ella también sirvió en su día.
"Nuestra familia de la Guardia Nacional de Iowa está dolida mientras lloramos la pérdida de dos de los nuestros y rezamos por la recuperación de los tres soldados heridos", dijo.
En una declaración escrita compartida en su cuenta X, Ernst dijo que los soldados habían sido desplegados en Siria para llevar a cabo una misión crítica de "combatir la amenaza de ISIS" y mantener a los Estados Unidos a salvo de la amenaza del "terror islámico radical".
Agregó que apoya la postura de Trump, señalando que cualquier ataque contra los Estados Unidos o sus fuerzas, en el país o en el extranjero debe ser respondido con toda la fuerza del Ejército estadounidense.
"Este trágico ataque es un recordatorio de que la libertad no es gratis y que cada estadounidense tiene una enorme deuda de gratitud con nuestros valientes hombres y mujeres de uniforme que ponen sus vidas en juego todos los días", escribió Ernst.
El Mando Central de Estados Unidos informó de que el único autor del atentado murió en el lugar de los hechos, en el centro de Siria. Funcionarios sirios dijeron que el ataque también hirió a miembros de las fuerzas de seguridad sirias.
El ataque contra las tropas estadounidenses en Siria fue el primero con víctimas mortales desde la caída del presidente Bashar al Assad hace un año.
El tiroteo tuvo lugar cerca de la histórica Palmira, según la agencia de noticias estatal siria SANA, que antes había dicho que dos miembros de las fuerzas de seguridad sirias y varios miembros del servicio estadounidense habían resultado heridos.
Los heridos fueron trasladados en helicóptero a la guarnición de Al Tanf, cerca de la frontera con Irak y Jordania.
La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, dijo en un comunicado que los nombres de los soldados fallecidos se mantienen en reserva hasta 24 horas después de que se hayan completado las notificaciones a los familiares.
"Nuestros corazones están apesadumbrados hoy, y nuestras oraciones y más profundas condolencias están con las familias y los seres queridos de nuestros soldados muertos en combate", dijo.