La votación en el Parlamento griego desencadena los peores incidentes en el país en dos años. Al menos cuarenta personas han sido detenidas y un
PUBLICIDADLa votación en el Parlamento griego desencadena los peores incidentes en el país en dos años. Al menos cuarenta personas han sido detenidas y un fotógrafo ha resultado herido en la plaza Syntagma de Atenas durante las protestas contra las nuevas exigencias de los acreedores.
Los manifestantes, muchos de ellos de ideología anarquista según la policía, provocaron daños en cajeros automáticos, vehículos y una unidad móvil de televisión. Los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad habían sido escasos desde que Syriza asumió el poder el pasado mes de enero.
“Todo comenzó como una marcha pacífica contra el nuevo memorándum pero pronto el centro de la ciudad se convirtió en un campo de batalla. Un grupo de enmascarados lanzó piedras y cócteles molotov a la policía, que respondió con gases lacrimógenos”, explica Apostolos Staikos, corresponsal de euronews en Atenas.
Previamente en el mismo emplazamiento, la confederación de sindicatos del sector público (ADEDY), impulsora de una huelga ayer de 24 horas, había iniciado una concentración a la que se habían unido otras agrupaciones.
“Le diría a nuestro primer ministro, a Alexis Tsipras, que nos ha traicionado. Ha traicionado nuestras esperanzas, y honestamente pensábamos que le importaba nuestro país. Pensábamos que era diferente. No confiamos en los viejos gobiernos, en los viejos políticos. Él era nuestra última esperanza”, asegura una mujer. Otro ciudadano pide que no haya “más mentiras” y argumenta que “más de 200.000 jóvenes han abandonado el país, son el futuro de Grecia y les enviamos a las fábricas alemanas”.
En otros lugares del país también se vivieron protestas similares. A pesar del resultado del referéndum del pasado cinco de julio, en el que una clara mayoría era contraria a la propuesta de los acreedores que estaba entonces sobre al mesa, una encuesta publicada esta semana mostraba que el 70% de los griegos era favorable al nuevo acuerdo.