El futuro comisario europeo para Asuntos Económicos ha superado el examen del Parlamento Europeo con éxito
PUBLICIDADPrueba superada para el italiano Paolo Gentiloni. El futuro comisario para Asuntos Económicos ha respondido con éxito a las preguntas de los eurodiputados que debían validar su preparación para el cargo.
Se ha declarado a favor de aplicar las reglas fiscales comunitarias con "flexibilidad", y al mismo tiempo se ha comprometido a trabajar en la reducción de la deuda.
El aristócrata italiano, de 65 años, ha convencido a la mayoría, pero a algunos eurodiputados les ha sabido a poco.
"No ha dado ninguna respuesta concreta, se ha limitado a describir los problemas, pero los problemas ya los conocemos", ha explicado Marcus Ferber, alemán del grupo Popular. "Necesitamos un comisario que ofrezca soluciones y eso es lo que me ha decepcionado. Quería escuchar compromisos concretos”.
Gentiloni deberá supervisar las finanzas públicas de los Estados miembros. Y ahí tendrá que lidiar con los países del norte, propensos a la austeridad, y las demandas de flexibilidad de países como su Italia natal o España.
“Buena parte de la audiencia ha sido un poco vaga, deliberadamente vaga. Tiene que construir un consenso y ha evitado enemistarse con los unos o con los otros", opina el eurodiputado español del grupo liberal, Luis Garicano. "Pero ha hecho bien en buscar el consenso entre los Estados miembros, y en particular al mostrar su compromiso con Europa”.
Su nominación ha creado expectativas en materia de normas fiscales. Pero los expertos creen que tiene las manos atadas, sobretodo porque el vicepresidente que le supervisa, Vladis Dombrovskis, no cree que su reforma sea una buena idea.
"El diseño institucional de esta comisión incluye filtros. La posibilidad de que Gentiloni proponga cambios estará bajo control, administrada por un vicepresidente que cree en la austeridad y que adhiere al contexto político del que procede", afirma Alberto Alemanno, profesor de derecho de la HEC, de París. "Potencialmente puede generar tensiones".
Pero Gentiloni, perteneciente al Partido Democrático Italiano, ya ha demostrado en el pasado sus dotes como negociador. Como primer ministro, alcanzó importantes acuerdos como el de Libia para detener el flujo de migrantes.
La presidenta electa, Ursula Von der Leyen, también le ha encargado el diseño de políticas económicas para hacer frente al cambio climático, así como la introducción de un esquema de reaseguro para hacer frente al desempleo.