Londres y Washington han sellado un acuerdo que evitaría aranceles de EE UU a fármacos británicos, pero solo tras aceptar el Reino Unido pagar más por medicamentos punteros.
Reino Unido y Estados Unidos anunciaron el lunes que habían cerrado un acuerdo que elimina los aranceles sobre los productos farmacéuticos británicos enviados a Estados Unidos.
A cambio de esta concesión de Washington, el Reino Unido reducirá las devoluciones que las farmacéuticas pagan al Servicio Nacional de Salud (NHS) británico.
Con el sistema vigente, las compañías farmacéuticas reembolsan al NHS una parte de los ingresos procedentes de la venta de medicamentos de marca, un mecanismo pensado para evitar el gasto excesivo.
Según un comunicado de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), el Reino Unido reducirá ahora ese reembolso hasta un máximo del 15% en 2026, desde el nivel actual de alrededor del 23%. El Reino Unido aumentará en un 25% el precio neto que paga por los nuevos medicamentos, añadió la nota.
La medida llega después de que el presidente estadounidense Donald Trump amenazara con aranceles de hasta el 100% a los medicamentos de marca o con patente enviados a Estados Unidos, salvo que las empresas se plantearan construir una fábrica o instalación de producción en Estados Unidos.
La posibilidad, planteada en septiembre, inquietó a los grandes fabricantes. El sector farmacéutico sigue siendo uno de los puntos fuertes de las exportaciones del Reino Unido, con compañías como AstraZeneca y GSK.
Como parte del nuevo acuerdo, Estados Unidos dijo que se "abstendrá de señalar las prácticas de fijación de precios farmacéuticos del Reino Unido" en cualquier investigación futura sobre el sector "durante el mandato del presidente Trump".
Las quejas de la gran industria farmacéutica con el Reino Unido
Estados Unidos sostiene desde hace tiempo que los pacientes estadounidenses pagan mucho más por los nuevos medicamentos que las personas en el Reino Unido, en buena medida por el estricto sistema de precios del NHS.
En el Reino Unido, un organismo público llamado NICE (National Institute for Health and Care Excellence) ayuda a decidir si el NHS debe pagar un nuevo fármaco comparando su precio con el beneficio para la salud que aporta.
Si un tratamiento cuesta más de cierto umbral por la "vida sana" adicional que proporciona a un paciente, es poco probable que el NHS lo financie. Los críticos del sistema británico sostienen que ese listón también frena la innovación y la demanda de medicamentos más nuevos y mejores.
En un comunicado difundido el lunes, el Gobierno británico afirmó que el "acuerdo histórico" con Estados Unidos garantiza el "acceso y el suministro de medicamentos para decenas de miles de pacientes del NHS", y añadió que "nuevos tratamientos revolucionarios" llegarán "más rápido" a la "primera línea del NHS".
A comienzos de este año, varias grandes farmacéuticas anunciaron nuevas inversiones significativas en Estados Unidos mientras aplazaban o revisaban sus proyectos en el Reino Unido, alegando lo que describieron como un entorno regulatorio y comercial exigente en Gran Bretaña.
Según un informe reciente de la patronal Association of the British Pharmaceutical Industry (ABPI), el enfoque del Reino Unido sobre precios y reembolsos de medicamentos ha provocado una caída de la inversión extranjera en la industria farmacéutica británica.
AstraZeneca anunció en septiembre de 2025 que paralizaba una inversión prevista de 200 millones de libras (227 millones de euros) en su centro de investigación de Cambridge, una decisión que atribuyó a las difíciles condiciones en el Reino Unido.
Mientras, GSK se comprometió con un importante paquete de inversión en Estados Unidos, 30.000 millones de dólares (25.800 millones de euros) en cinco años.
El nuevo acuerdo farmacéutico llega seis meses después de que el primer ministro británico, Keir Starmer, cerrara un pacto con Trump que limitaba los aranceles al diez por ciento en la mayoría de las exportaciones. Pero el tratamiento de los productos farmacéuticos seguía siendo una incógnita clave.