El hijo de Saúl, la revelación de Cannes para esta ópera prima con una asombrosa puesta en escena, potente y sin alardes. Mientras la mayor parte de
El hijo de Saúl, la revelación de Cannes para esta ópera prima con una asombrosa puesta en escena, potente y sin alardes.
PUBLICIDADMientras la mayor parte de los países deberán esperar varios meses aún, en Hungría puede descubrirse ya la película de Lazslo Nemez Los hijos de Saúl. Este peliculón obtuvo en Cannes el Premio Especial del Jurado.
Saúl es internado en Auschwitz. Después de algunas semanas se salva de morir y lo consigue simplemente porque forma parte de un Sonderkommando. Hacen el trabajo sucio de las SS como llenar y vacíar los hornos crematorios.
Cree reconocer los restos de su hijo. Su misión, su último rastro de humanidad, su voluntad, será darle una sepultura digna.
Para su primera película Lazslo Nemez ha pisado fuerte. Al límite de lo soportable, simplemente porque esta película sugiere más de lo que muestra.
El personaje de Saúl está filmado, prácticamente todo el tiempo, en primer plano. La cámara se adueña de su destino. Pocas veces una cámara nos ha implicado tanto en una tragedia, en tal desesperación, hasta su desenlace.
