El internacionalmente aclamado tenor Juan Diego Flórez habla sobre los desafíos que supone hacer la versión francesa de la ópera de Gluck Orfeo
El internacionalmente aclamado tenor Juan Diego Flórez habla sobre los desafíos que supone hacer la versión francesa de la ópera de Gluck Orfeo. Notas altas que mezclan ligereza y drama, interpretación y canto.
“Creo que esta versión de Orfeo es muy especial porque el personaje principal, Orfeo, es un hombre, un tenor, y eso hace más creíble la historia. Cuando a Orfeo lo interpreta una mezzosoprano, por supuesto que es hermoso porque la voz mezzosoprano es increíble, pero es una mujer, o un hombre que hace de mujer. Así que creo que esto es más verosimil y funciona muy bien con esta producción. “
“Orfeo es un papel muy difícil porque es como una ópera de un solo hombre. Canta desde el principio hasta el final y es Orfeo todo la obra en el escenario”.
“La partitura es muy exigente porque es extremadamente alta. Fue escrita para un alto tenor de la época. En ese tiempo eran casi contratenores que cantaban con voz de falsete y podrían alcanzar notas muy altas. Pero tengo una técnica diferente, porque ahora la técnica moderna no es la misma, el canto es más natural. Así que llegar a esa tesitura a esas notas tan altas es algo que exige mucho y tuve que ensayar mucho también, tanto para llegar a ello como, para mantener la interpretación al mismo tiempo. Es una mezcla de canto luminoso y dramático”.
“Es un papel muy exigente porque tiene tonos muy, muy altos, pero también exige interpetación, tienes que estar realmente involucrado y realmente reflejar cada emoción y sentir el dolor de verdad, pero hacerlo desde tu corazón.”