La firma francesa que se estaba alertagando, cual una bella durmiente, desde la salida forzosa de John Galliano ha vuelto a recobrar este lunes en París la capacidad de encantar con Maria Grazia Chiur
La firma francesa que se estaba alertagando, cual una bella durmiente, desde la salida forzosa de John Galliano ha vuelto a recobrar este lunes en París la capacidad de encantar con Maria Grazia Chiuri como “hada madrina”.
La primera colección de alta costura de la diseñadora italiana para Dior infundía magia y fantasía con tejidos transparentes estrátegicamente adornados con bordados casi irreales y tocados teatrales compuestos por ramas, flores y plumas, obra del británico Stephen Jones.
Fueron las propias costureras del taller Dior quienes inspiraron otro de los temas de la colección: los signos del zodíaco que decoraban algunos vestidos, ya que tienen por costumbre comenzar su jornada laboral con la lectura del horóscopo. Las llamadas pequeñas manos, “petites mains”, tienen también una gran mente que Maria Grazia Chiuri ha sabido plasmar.
La primera mujer al frente de Dior celebró la exitosa acogida de este desfile en el mismo escenario donde ha tenido lugar, con un baile en el Museo Rodin. Puro arte.