El icono LGBTQ+ Barbara Butch se enfrentó a una avalancha de insultos en Internet tras protagonizar lo que muchos consideraron una representación "blasfema" de 'La última cena' de Leonardo Da Vinci.
PUBLICIDADLa polémica en torno a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París aún no ha terminado. Tras el revuelo causado por la representación de 'La última cena' de Da Vinci y la oleada de insultos en Internet dirigidos a su protagonista, Barbara Butch, la Policía francesa ha abierto una investigación formal.
La decisión de las autoridades llega después de que la DJ e icono de la comunidad LGBTQ+ presentara una denuncia por acoso, amenazas de muerte e insultos en Internet. Su abogada, Audrey Msellati, ha declarado que la acción legal no se dirige contra ninguna persona en concreto.
El caso está en manos de una unidad de la Policía de París especializada en delitos de odio. Según las autoridades, la investigación se centrará en "mensajes discriminatorios basados en la religión o la orientación sexual que le fueron enviados o publicados en Internet".
La abogada de Butch asegura que la activista tiene "espíritu de lucha" y se siente muy orgullosa de su participación. "Es fuerte, ha salido del estado de shock y está dispuesta a luchar de muy buena manera. Y también está orgullosa porque sabe que ha sido un gran honor para ella representar a Francia", declaró el abogado.
¿Qué han dicho los organizadores sobre la representación?
El director artístico de la ceremonia inaugural, Thomas Jolly, garantizó que no todo su trabajo se inspiraba en 'La última cena'. Los críticos interpretaron parte del espectáculo protagonizado por Butch como una burla del cuadro de Leonardo Da Vinci que muestra a Jesucristo y sus apóstoles.
Los obispos católicos franceses y otras personas afirmaron que los cristianos se habían sentido heridos y ofendidos. Pero los organizadores de los Juegos Olímpicos de París han afirmado que "nunca ha habido intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso" y que, en cambio, la intención era "celebrar la tolerancia comunitaria".
Butch, que se define a sí misma como una "activista del amor", llevaba un tocado plateado que parecía un halo y animó la fiesta durante su parte del espectáculo. Artistas drag, bailarines y otras personas flanquearon a Butch a ambos lados.