La fiesta de Santa Paraskeva es uno de los acontecimientos religiosos más significativos de Rumanía, y atrae a miles de peregrinos de todo el país.
Días antes de la festividad de Santa Paraskeva, la ciudad rumana de Iași se ha llenado de color. Decenas de miles de crisantemos, arreglos otoñales y arcos perfumados embellecen la ciudad mientras los peregrinos acuden a rezar ante las reliquias de la santa asceta que, según se dice, tuvo visiones de la Virgen María.
Todos los años, los fieles hacen cola en la Catedral Metropolitana de Iași, donde se encuentran las reliquias de Santa Paraskeva. Para decorar la ciudad con impresionantes cantidades de flores, esta primavera comenzaron los trabajos en los invernaderos rumanos.
Para hacer el arreglo en forma de corazón o de pavo real que adorna Iași, los empleados de los invernaderos necesitan hasta cinco días. "Hay mucho trabajo, como puedes ver", dice Petronela Trofin, empleada de los Servicios Públicos de Iași. "Hay que cubrirlo lo más bonito posible, colorearlo, cubrirlo de flores".
En los últimos seis años, todas las flores colocadas en el municipio de Iași se han cultivado en invernaderos que ocupan una superficie de casi 5.000 metros cuadrados. Cada año se cultivan más y más, y en 2024 se calcula que habrá una producción de 1,5 millones de flores. La fiesta dura del 8 al 15 de octubre.
Puede ver el vídeo de arriba para más información e imágenes de la celebración.