No todo el mundo puede ganar un Premio Nobel. Sin embargo, hay algo mejor: el Premio Ig Nobel, que destaca la investigación científica inusual que proporciona tanto risa como perspicacia. Estos son los ganadores de este año, entre los que hay varios españoles.
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¿No duerme pensando qué pasaría si los murciélagos se emborracharan y decidieran seguir volando? ¿Alguna vez ha perdido el sueño pensando si las vacas podrían protegerse de las picaduras de las moscas si se pintaran con rayas parecidas a las de las cebras? ¿Le inquieta constantemente la física de la salsa para pasta, en concreto esa molesta transición de fase que puede provocar grumos en su plato italiano favorito?
Bueno, en medio de todas las malas noticias de este momento, al menos los Premios Ig Nobel de este año nos han proporcionado un bálsamo tranquilizador. Sabemos que esta noche dormiremos a pierna suelta, sobre todo cuando se trata del molesto dilema de la pasta, que a menudo arruina nuestros intentos de preparar el cacio e pepe ideal.
Cada año, los irreverentes pero siempre fascinantes Premios Ig Nobel celebran "los logros que primero hacen reír y luego hacen pensar", con premios presentados por auténticos Premios Nobel. Y la 35ª edición de este año ha sido todo un éxito.
Organizado por la revista digital 'Annals of Improbable Research', hubo el tradicional lanzamiento de aviones de papel para honrar a los ganadores; una mini-opera sobre gastroenterólogos y sus pacientes, inspirada en el tema de este año, que es la digestión; y una sección llamada la conferencia de los 24 segundos, en la que los mejores investigadores explican su trabajo en 24 segundos. Entre estos últimos se encontraba Trisha Pasricha, que explicó su trabajo sobre el uso del smartphone en el retrete y el riesgo potencial de hemorroides.
"Todos los grandes descubrimientos de la historia, a primera vista parecían disparatados y risibles", dijo Marc Abrahams, maestro de ceremonias y editor de la revista. "Lo mismo ocurre con todos los descubrimientos inútiles. Los Premios Ig Nobel celebran todos estos descubrimientos, porque a primera vista, ¿quién lo sabe realmente?".
Sin más preámbulos, aquí están los ganadores de este año:
LITERATURA (EE.UU.)
El fallecido médico William Bean, por registrar y analizar de forma persistente el ritmo de crecimiento de una de sus uñas durante 35 años.
PSICOLOGÍA (POLONIA, AUSTRALIA, CANADÁ)
Marcin Zajenkowski y Gilles Gignac, por investigar qué ocurre cuando se le dice a un narcisista -o a cualquier otra persona- que es inteligente.
NUTRICIÓN (NIGERIA, TOGO, ITALIA, FRANCIA)
Daniele Dendi, Gabriel Segniagbeto, Roger Meek y Luca Luiselli, por estudiar hasta qué punto cierto tipo de lagarto elige comer ciertos tipos de pizza.
PEDIATRÍA (EE.UU.)
Julie Mennella y Gary Beauchamp por estudiar lo que experimenta un bebé lactante cuando su madre come ajo.
BIOLOGÍA (JAPÓN)
Tomoki Kojima, Kazato Oishi, Yasushi Matsubara, Yuki Uchiyama, Yoshihiko Fukushima, Naoto Aoki, Say Sato, Tatsuaki Masuda, Junichi Ueda, Hiroyuki Hirooka y Katsutoshi Kino, por sus experimentos para averiguar si las vacas pintadas con rayas parecidas a las de las cebras pueden evitar las picaduras de las moscas.
QUÍMICA (EE.UU., ISRAEL)
Rotem Naftalovich, Daniel Naftalovich y Frank Greenway, por sus experimentos para comprobar si comer teflón (una forma de plástico más formalmente llamada politetrafluoroetileno) es una buena manera de aumentar el volumen de la comida, y por tanto la saciedad, sin aumentar el contenido calórico.
PAZ (PAÍSES BAJOS, REINO UNIDO, ALEMANIA)
Fritz Renner, Inge Kersbergen, Matt Field y Jessica Werthmann, por demostrar que beber alcohol a veces mejora la capacidad de una persona para hablar en un idioma extranjero.
DISEÑO DE INGENIERÍA (INDIA)
Vikash Kumar y Sarthak Mittal, por analizar, desde la perspectiva del diseño de ingeniería, "cómo el mal olor de los zapatos afecta a la buena experiencia de uso de un zapatero".
AVIACIÓN (COLOMBIA, ISRAEL ARGENTINA, ALEMANIA, REINO UNIDO, ITALIA, EE.UU., PORTUGAL, ESPAÑA)
Francisco Sánchez, Mariana Melcón, Carmi Korine y Berry Pinshow, por estudiar si la ingestión de alcohol puede mermar la capacidad de vuelo y ecolocalización de los murciélagos.
FÍSICA (ITALIA, ESPAÑA, ALEMANIA, AUSTRIA)
Giacomo Bartolucci, Daniel Maria Busiello, Matteo Ciarchi, Alberto Corticelli, Ivan Di Terlizzi, Fabrizio Olmeda, Davide Revignas y Vincenzo Maria Schimmenti, por sus descubrimientos sobre la física de la salsa de la pasta, especialmente la transición de fase que puede provocar la formación de grumos, lo que puede dar lugar a un plato poco apetitoso.
Por si te lo estabas preguntando, a los murciélagos no les gusta la fruta podrida, que suele tener mayores concentraciones de alcohol, y cuando se ven obligados a comerla, su vuelo y ecolocalización se resienten; las vacas pintadas con rayas de cebra tienen casi un 50% menos de probabilidades de sufrir picaduras de tábano; y si el agua está demasiado caliente o no tienes la proporción adecuada de queso y almidón, hacer 'cacio e pepe' se convertirá en una pesadilla congelada.
El truco está en utilizar almidón de maíz en la salsa de queso y pimienta en lugar de depender únicamente de la cantidad de almidón que se echa en el agua hirviendo mientras se cuece la pasta. Ahora ya lo sabes y tienes que agradecérselo a estos intrépidos científicos.
Consulte la página web de los Ig Nobel aquí, y recuerda: que no todo el mundo entre en el panteón de la grandeza junto a Marie Curie, Max Planck, Albert Einstein y Niels Bohr no significa que el reconocimiento a tu contribución a la ciencia (y al humor) deba pasarse por alto.