La capital belga intenta volver a la normalidad tras los ataques. Casi todas la líneas de autobuses y metro fucionan. También el tranvía.
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Bruselas intenta volver a la normalidad tras los ataques. Casi todas la líneas de autobuses y metro fucionan. También el tranvía, aunque en la estación de metro de Schuman, cerca de las instituciones comunitarias, se controlan todos los bolsos .
“Me siento un poco inseguro, pero no podemos hacer nada”, dice este hombre.
La comunidad musulmana ha condenado los atentados y ha recordado que el islam significa paz, nunca guerra. Estos días no están siendo fáciles para este dependiente: “La gente nos mira, nos mira a los ojos y a la cara como diciendo que nosotros podríamos haberlo hecho. Pero nosotros no tenemos nada que ver con eso. Por tanto estamos muy afectados. Así que es hora de despertar y decir a los líderes que tienen que hacer algo para cambiar las cosas”.
Este doble ataque se ha producido tres días después de la detención en Bélgica de Salah Abdeslam, presunto cerebro de los atentados de noviembre en París donde murieron 130 personas. Las muestras de solidaridad se multliplican.
Sándor Zsíros, euronews:
“Además de la conmoción y el miedo existe un fuerte sentimiento de solidaridad en Bruselas. La gente se mantiene unida. Muchas páginas en internet ofrecen viajes en coche gratis o alojamiento para los que se han quedado bloqueados por el cierre del aeropuerto. Y la comunidad musulmana local ha organizado una campaña de donación de sangre para los heridos”.