Un año después de acceder a la alcaldía de la capital, el equipo de Ahora Madrid destaca que el cambio es que su gestión se basa en la cercanía con la ciudadanía.
Parque del Retiro de Madrid. Hoy se inaugura la Feria del Libro, una de las citas más populares de la capital española.
Numerosas personalidades acuden cada año. Entre ellas, la reina Letizia.
En medio de la multitud está la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de 72 años. La gente la llama por su nombre.
Juez emérita, fue elegida alcaldesa gracias a los votos de su grupo, Ahora Madrid, y los del Partido Socialista. Es una de las figuras de moda de la nueva izquierda española. Cercana a la gente, su estilo sencillo e informal le ha hecho ganarse la simpatía de muchos madrileños.
“Tengo 81 años, he vivido en Madrid y es la mejor alcaldesa que hemos tenido”, le comenta un hombre cuando Carmena se acerca a un puesto de venta de libros. A lo que ella le responde: “Gracias. Usted tiene cara de tener 70”. El día de su elección renunció al coche oficial y continúa cogiendo el metro.
Gobernada durante casi un cuarto de siglo por el Partido Popular, Madrid se ha visto salpicada por casos de corrupción y una política conservadora.
Hoy se siente el cambio. En el ayuntamiento, una enorme pancarta da la bienvenida a los refugiados a pesar de las dificultades administrativas que han reducido a un número insignificante los refugiados acogidos.
Nos encontramos con Manuela Carmena en su despacho. Durante este primer año ha mantenido la reducción de la deuda pública y ha comenzado a implementar un plan de vivienda social para intentar evitar los desahucios pero las críticas por la ineficacia e inexperiencia de su equipo han mermado su capacidad de maniobra.
“Una crisis económica muy dura provocada por toda la burbuja inmobiliaria ha hecho que ente momento haya una situación de debilidad económica en algunos de los barrios más emblemáticos, sobre todo de la zona sur de Madrid. Para mí es muy importante integrar a los barrios de Madrid, no solo para mejorar los niveles de vida de las personas que viven allí, sino para dignificar los barrios”, explica Carmena.
Su objetivo es restablecer el vínculo social. La alcaldesa ha desbloqueado un fondo de 60 millones de euros para proyectos propuestos por los ciudadanos: “El presupuesto participativo es algo extraordinariamente interesante porque refuerza las relaciones de los ciudadanos con lo público. Porque ellos han querido que se haga por ejemplo un nuevo polideportivo o han querido que se haga una plaza, o han querido que se ponga un monumento, y a partir de ahí lo cuidan y lo tienen mucho más como suyo que si por el contrario hubiera sido una cosa impuesta solo desde arriba”, añade la alcaldesa.
Este proyecto piloto recogió 5.000 propuestas ciudadanas. Entre ellas, la de Antonio y sus amigos.
Son un grupo apasionado por el parkour, una disciplina de desplazamiento útil y eficiente.
Residen en Vallecas, uno de los barrios más necesitados de Madrid. Con las ayudas del Ayuntamiento se creará el primer centro de entrenamiento que disfrutarán decenas de jóvenes.
“Aquí hay que meter más muros alto, otros más bajo, a nivel de cadera. Alturas con las que poder ayudarte para saltar”, comenta Antonio Gómez, de la Asociación Estarydurar. “Hicimos una aproximación de presupuesto, nosotros con los técnicos del Ayuntamiento que lo han tasado, y han salido unos 150.000 euros”, añade.
“Ahora sí que es verdad que sea posible que vamos a tener algo para nosotros. No es algo que dices, te oyen y dicen sí vale, pero realmente pasan de ti”, concluye Antonio.
Este proyecto participativo es una primicia en Madrid y llega inspirado de ciudades como Reikiavik o Nueva York. Los primeros fondos se pagarán en enero.
Volvemos a encontrarnos con Carmena. Un periódico de Madrid la ha galardonado con el premio Mujer del Año. Es la primera vez que lo recibe una figura política de izquierdas.
“La verdad es que siento un poco de extrañeza porque yo antes de todo esto era una magistrada jubilada, una señora mayor, simpática, bastante desconocida, y de la noche a la mañana, toda mi vida es transparente y me pasan cosas muy curiosas. Seamos como somos, seamos como debemos ser”, explica Carmena con naturalidad.
Entre el público se encuentra El Langui, uno de los raperos españoles más comprometidos políticamente. En sus vídeos, celebra sin complejos el fin del poder de la derecha.
Como muchos en su barrio ha votado a Manuela Carmena, pero un año después de su elección no ha visto una gran diferencia…
“Los barrios necesitan de Carmena y de todo su equipo, y eso significa entrar a saco en los barrios para resolver una problemática. Ahí sigue habiendo droga, sigue habiendo muchas madres luchando a muerte contra la droga como ha dicho Carmena en su discurso. Yo aplaudí el cambio pero también digo: “manuela, mira como están las papeleras y los cubos de basura de mi barrio. No te me relajes”, advierte El Langui.
Una tarde dulce para Manuela Carmena que ahora lidia con las dificultades de una gestión que en la práctica no ha sido siempre realista. Madrid sigue siendo la capital con menos viviendas sociales de Europa. La solución de Carmena: buscar propietarios que vendan “barata” su vivienda al Ayuntamiento de Madrid.