El Alto representante de la Unión Europea lamenta durante su visita a Ucrania no haber sido invitado a la mesa entre Rusia y Estados Unidos para desescalar el conflicto.
La Unión Europea no participará en las conversaciones que tendrán lugar en Ginebra entre Rusia y Estados Unidos sobre Ucrania. Por ello, Josep Borrell ha visitado Ucrania con la misión de respaldar al país, que quiere formar parte de la UE y la OTAN.
En su encuentro con el ministro de Exteriores de Ucrania en el este del país, el Alto Representante ha asegurado que ante una agresión rusa, la UE prestaría toda la ayuda posible. Y ha mostrado de nuevo su enfado por no haber sido invitado a las conversaciones de domingo.
"Cualquier discusión sobre Ucrania debe involucrar en primer lugar a Ucrania. Y para hablar de la seguridad en Europa no se puede hacer sin tener en cuenta la participación de los europeos", ha apuntado Borrell.
Mientras miles de tropas rusas parecen estar preparadas para invadir Ucrania, el país ha recibido con satisfacción la visita de Borrell. Es la primera vez que el líder de política exterior de la UE visita la zona desde 2014.
Los analistas creen la visita es importante para recordar al mundo que la UE debería ser parte de la solución. Pero cuentan con pocas expectativas sobre las conversaciones de Ginebra.
"No saldrá nada de esas conversaciones. No hará más que calentar y enfriar y volver a calentar, y una nueva crisis y otro nuevo ciclo de crisis y soluciones a medias. Las conversaciones no están centradas en Europa, no están centradas en Ucrania, están centradas en cuestiones de política interna para que Vladimir Putin recuerde al pueblo ruso que Rusia sigue siendo una gran potencia", insiste el analista del Instituto Delors, Cyrille Bret.
Mientras tanto, en busca de soluciones, la OTAN recibirá a los principales funcionarios rusos la semana que viene en un esfuerzo por desescalar la situación. Ademñas, Moscú liderará unas conversaciones con Ucrania, Alemania y Francia este jueves bajo el conocido como formato Normandía.