La Comisión Europea dio luz verde el martes al plan revisado de recuperación y resiliencia de Polonia, por valor de casi 60 000 millones de euros.
El nuevo plan polaco de recuperación y resiliencia (RRF) combina 34.500 millones de euros en préstamos a bajo interés y 25.300 millones en subvenciones, que se desembolsarán en varios plazos a lo largo de los próximos años.
La revisión tiene en cuenta RePower EU, el plan del bloque para reducir drásticamente las importaciones de combustibles fósiles rusos y acelerar la transición ecológica, presentado tras la invasión de Ucrania por Moscú. El plan original del FRR de Polonia ascendía a 35.400 millones de euros.
A pesar de la revisión al alza, el dinero sigue estrictamente ligado a las condiciones impuestas el año pasado, también conocidas como "súper hitos".
Las condiciones pretenden deshacer el daño causado por la sala disciplinaria del Tribunal Supremo de Polonia, que recibió polémicos poderes para castigar a los magistrados en función del contenido de sus veredictos.
Sin embargo, la nueva evaluación positiva de la Comisión incluye la opción de liberar 5.100 millones de euros en prefinanciación antes de finales de año, siempre que los 27 Estados miembros den su aprobación. En particular, este tramo no está vinculado a los denominados hitos.
Si se liberan, los 5.100 millones de euros representarían el primer pago de fondos de recuperación para Polonia, que hasta ahora no ha podido acceder al fondo común de 750.000 millones de euros del bloque por las persistentes dudas sobre la independencia judicial y la separación de poderes.
El tira y afloja entre Bruselas y el Gobierno de extrema derecha de Varsovia se desarrolló durante meses a la vista del público y llegó hasta el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. En una sentencia dictada en junio, el Tribunal declaró que la controvertida reforma polaca menoscababa el derecho a acceder a un poder judicial independiente e imparcial, anulándola de hecho.
La decisión de la Comisión, anunciada el martes por la tarde, coincide con el posible regreso de Donald Tusk como primer ministro polaco.
En las elecciones generales celebradas el mes pasado, la Plataforma Cívica de Tusk, junto con otros dos partidos de la oposición, obtuvo más del 54% de los votos y se aseguró una mayoría de 248 escaños en el Sejm, la cámara baja del Parlamento, con 460 escaños.
Tusk ha hecho del desbloqueo de los fondos de recuperación una de sus principales prioridades. Pero su nombramiento depende del Presidente Andrzej Duda, que aún no le ha encargado la formación de un gobierno de coalición.