Malmo, en el sur de Suecia, y Copenhague, la capital danesa, han afrontado en los últimos años una creciente violencia de bandas, que se ha intensificado durante el verano hasta el punto de que la Policía de ambos países está ahora operando a través de las fronteras.
Cuando uno camina por Malmo todo parece idílico, pero bajo la superficie se esconde una verdad menos romántica. La ciudad sueca y su vecina Copenhague, al otro lado del estrecho de Öresund, que separa Dinamarca de Suecia, se han visto duramente afectadas por la violencia de las bandas criminales durante el verano. El crimen transfronterizo entre ambos países ha llevado a la Policía de Dinamarca a trabajar en Suecia y viceversa.
La Policía danesa informa de que tres personas han sido asesinadas y se han producido al menos 25 ataques o intentos de ataque. Un problema especialmente preocupante, según el agente de Policía de Malmo Glenn Sjögren, es la edad de los que cometen estos crímenes.
Preocupación ante el reclutamiento de menores y el rol de las redes sociales
"Aquí en Suecia están contratando asesinos para que cometan los asesinatos en Dinamarca. Y siempre son jóvenes", dijo Sjögren a 'Euronews' antes de explicar por qué son tan jóvenes. "Es más barato. Y, si les pillan, no les imponen una pena larga".
El año pasado, la Policía sueca observó un aumento en el reclutamiento de adolescentes menores de 18 años para llevar a cabo asesinatos, ya que enfrentan un menor escrutinio de las fuerzas del orden y a menudo están protegidos de ser procesados en comparación con los adultos.
Los delincuentes reclutan con frecuencia a sus miembros en barrios de inmigrantes socialmente desfavorecidos. Las cifras oficiales muestran que desde abril, ha habido 25 casos en los que jóvenes suecos fueron contratados por daneses para cometer delitos en Dinamarca.
Los ataques implicaron el uso de armas de fuego, explosivos e incluso granadas de mano. Y según Karolina Sköld, que dirige un programa para jóvenes en Malmö, los niños son el objetivo online. "La captación en redes sociales es un factor relativamente importante por el que los niños entran en estos entornos", dice Sköld.
Suecia ha lidiado con la violencia de pandillas durante años, mientras que en Dinamarca, la Policía también ha visto violencia relacionada con pandillas, pero en menor escala.