Austria parece seguir el camino político de las vecinas Hungría y República Checa. Los sondeos pronostican un importante avance de los partidos de derecha.
Se esperan unos resultados muy ajustados en las próximas elecciones nacionales de Austria, que se celebran este domingo, entre los conservadores y el populista de extrema derecha Partido de la Libertad de Austria (FPÖ).
Varios sondeos predicen la victoria del FPÖ, que simpatiza con los partidos Fidesz, de Hungría, y ANO, de República Checa, ambos de marcado carácter populista. Los tres crearon en junio de este año el grupo Patriotas por Europa en el Parlamento Europeo.
En Austria, los dos posibles ganadores tendrán dificultades para encontrar socios de Gobierno en la Cámara Baja. Y la esfera política austriaca experimentará un cambio importante si el FPÖ consigue suficientes escaños para ganar. Lo que está claro que los votantes buscan un cambio, y la retórica directa del FPÖ ha sido acogida de forma positiva por parte de la sociedad.
También es posible que el líder del partido, Herbert Kickl, gane pero no pueda mantener la Cancillería. Kickl dirige el FPÖ desde 2021 utilizando el miedo y la ira por la pandemia de covid, la inflación y la guerra en Ucrania. Consiguió culpar de los problemas económicos a la migración.
El declive de los populares austriacos
El Partido Popular Austríaco (ÖVP), que había formado parte del Gobierno de Austria desde 1987, ha experimentado un declive desde las últimas elecciones de 2019, y actualmente dirige el país en coalición con Los Verdes.
La dirección del ÖVP ya ha dicho que no formará coalición con la extrema derecha. En este caso, la nueva coalición podría estar liderada de nuevo por el ÖVP con liberales y socialdemócratas.
Mientras tanto, el FPÖ ha ganado mucho apoyo y popularidad en los últimos años. Si se asegura la victoria, sería la primera de la extrema derecha en la historia de Austria. Sin embargo, la incertidumbre se cierne sobre el partido a la hora de llegar a un acuerdo con otros partidos para formar una coalición.
Además, es posible que, si el ÖVP gana las elecciones, los conservadores busquen una coalición con el FPÖ, ya que muchos partidos están buscando distintas formas de gobernar.