El Año Santo 2025, que gira en torno a la esperanza y la confianza, ha comenzado con la apertura por el Papa de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, mientras Roma se prepara para acoger a 30 millones de peregrinos con un refuerzo de la seguridad y las renovaciones en curso.
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El Papa Francisco ha inaugurado oficialmente el Año Santo 2025 en Nochebuena abriendo la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro, un acontecimiento que se espera atraiga a más de 30 millones de peregrinos hasta el microestado enclaustrado en la capital italiana.
Desde el primer Año Santo en 1300, pasar por la Puerta Santa o por una de las tres puertas de las demás basílicas papales ha permitido a los peregrinos recibir indulgencias, es decir, el "perdón de los pecados". El Año Santo 2025, cuyo tema es fomentar la esperanza y la confianza, es el segundo Jubileo dirigido por el Papa Francisco, tras el de 2015.
Junto a las puertas de las Basílicas Mayores de Roma, el Pontífice abrirá, por primera vez, una quinta puerta en una cárcel romana, símbolo de una invitación a "todos los presos a mirar al futuro con renovada confianza".
Se calcula que unas 7.000 personas han seguido la apertura de la Puerta Santa desde el interior de la Basílica, mientras que miles de fieles lo hicieron a través de las grandes pantallas de la Plaza de San Pedro y mediante retransmisiones en todo el mundo.
La seguridad en Roma se ha reforzado con 700 agentes adicionales y medidas de vigilancia avanzadas. Tras un reciente atentado en un mercadillo navideño alemán, se han intensificado las patrullas policiales en torno a lugares clave de la capital y la ciudad-estado.
Roma ha vivido dos años de intensos preparativos para acoger a la oleada de visitantes que se espera durante el Año Santo, aunque sólo se ha completado una parte de las 300 obras públicas y proyectos de renovación previstos.