Nada dura eternamente. Eso es igual para las personas como para los satélites. Después de 16 años de un precioso y preciso trabajo, el satélite de observación terrestre ERS 2 está condenado a convertirse en polvo y fuego. En Space.
La Agencia Espacial Europea se despide de una de sus mejores creaciones
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Por Euronews
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