El dispositivo sigue en fase de ensayos clínicos, aún en evaluación, y no está disponible, por el momento, para su uso generalizado.
Las personas con el chip cerebral de Neuralink, la empresa de Elon Musk, ya pueden mover brazos robóticos solo con el pensamiento, una nueva capacidad que va más allá del control de ordenadores y teléfonos móviles.
En un vídeo publicado en X, el paciente de Neuralink Rocky Stoutenburgh, paralizado desde 2006, mostró su capacidad para mover un brazo robótico con la mente, acercó el brazo a su rostro y lo besó.
"Los participantes en nuestros ensayos clínicos han extendido el control digital de ordenadores a dispositivos físicos como brazos robóticos de asistencia", dijo Neuralink en X, plataforma que también pertenece a Musk.
"Con el tiempo, prevemos ampliar la gama de dispositivos que se pueden controlar con Neuralink".
Neuralink se puso en marcha para ayudar a personas paralizadas a usar sus dispositivos personales y recuperar cierta movilidad solo con el pensamiento. Conecta el sistema nervioso de una persona a un dispositivo conocido como interfaz cerebro-ordenador (BCI), capaz de interpretar su actividad cerebral.
El dispositivo sigue en fase de ensayos clínicos, en los que se evalúan la seguridad inicial del implante y su funcionamiento en personas con afecciones médicas concretas que limitan la movilidad.
Hasta septiembre, Neuralink había implantado su dispositivo en 12 personas desde enero de 2024. El primer participante fue un hombre paralizado tras una lesión medular, y el implante le permitió jugar a videojuegos y ajedrez.
Otros participantes han tenido lesiones medulares o esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que con el tiempo afecta a la capacidad de mover los brazos, las piernas y el cuerpo.
Musk aseguró que más de 10.000 personas se han inscrito en el registro de pacientes de Neuralink, con la esperanza de participar en los ensayos del dispositivo.
Neuralink es una de varias empresas que trabajan en BCI. Otros estudios exploran su uso en personas con parálisis cerebral, demencia, ictus y otros problemas de salud, según una base de datos estadounidense de ensayos clínicos.