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2025 fue el año en que la basura de IA se generalizó, ¿está internet preparada para madurar?

Las funciones de IA han cambiado el aspecto y el funcionamiento de algunos de los sitios web más populares. ¿Cómo serán en 2026?
Las funciones de IA han cambiado el aspecto y el funcionamiento de algunos de los sitios web más populares. ¿Cómo serán en 2026? Derechos de autor  Canva
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Por Anca Ulea
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Hablamos con analistas sobre cómo la IA ha cambiado la experiencia en Internet y por qué la IA «aburrida» durará más que las herramientas vistosas.

Desde chatbots de IA agresivos hasta resúmenes absurdos de productos en comercio electrónico, el 'AI slop' cobró verdadero impulso en 2025, contaminando los motores de búsqueda, las plataformas de compra e incluso los canales oficiales de comunicación de la Casa Blanca.

El término, que define contenido generado por IA de baja calidad y por lo general no deseado, circula en Internet desde comienzos de la década de 2020, pero los datos indican que este año alcanzó un nuevo pico.

La compañía de análisis de medios, redes y consumo Meltwater constató que en 2025 las menciones a 'AI slop' en toda la Red se multiplicaron por nueve respecto a 2024, con el sentimiento negativo en un máximo del 54% en octubre.

El 'AI slop' y el debate en torno a ello no se detienen, según la firma de posicionamiento en buscadores (SEO) Graphite, los artículos generados por IA ya representan más de la mitad del contenido en inglés en la web.

El 'AI slop' incluso se llevó el título de Palabra del Año 2025 de Merriam-Webster y del diccionario nacional de Australia.

Con 2025 a punto de cerrarse, repasamos cómo las funciones de IA han cambiado algunos de los sitios más usados de Internet y compartimos previsiones de cómo podría ser 2026 en la web.

"Soluciones en busca de un problema"

En medio del auge del 'AI slop', del bombo constante en torno a la IA que alimenta los mercados financieros y de la carrera por dominar la nueva economía surgida en torno a estas tecnologías, los diseñadores de producto han quedado en tierra de nadie, según algunos analistas de diseño de experiencia de usuario (UX).

"En el ámbito del diseño hay mucha presión por mostrar a los accionistas: 'Mirad, hemos metido IA en nuestro producto'", dijo Kate Moran, vicepresidenta de investigación y contenidos en Nielsen Norman Group, firma de investigación y diseño que asesora a investigadores y diseñadores de UX en todo el mundo.

"Es un diseño guiado por la tecnología, que empieza por la herramienta y luego intenta buscar un problema que quizá esa herramienta pueda resolver. Hay presión por partir de la solución y retroceder hasta encontrar el problema, algo que es antitético a cómo debería hacerse el diseño", explicó a 'Euronews Next'.

En años anteriores, a los diseñadores de producto se les ha pedido integrar IA en cualquier lugar y de cualquier manera, dijo Moran, incluso cuando no tenía sentido.

Puso como ejemplo a Meta, que el año pasado introdujo una función de búsqueda con IA en Instagram sustituyendo la barra tradicional.

"Rectificaron muy rápido porque seguro que la gente estaba furiosa", dijo. "Crees que una barra de búsqueda hace una determinada cosa y, de repente, cuando empiezas a teclear ahí, estás hablando con un chatbot de IA y no quieres eso. Es una mala experiencia."

Este año el 'AI slop' dio el salto también al mundo físico, con hardware de consumo enfocado en IA, como Humane AI Pin, que ha recibido críticas demoledoras de usuarios y directivos, entre ellos la consejera delegada de Logitech, Hanneke Faber.

"Lo que hay ahora es una solución en busca de un problema que no existe", dijo Faber en una entrevista con 'Bloomberg'.

Del rechazo activo a la desidia pasiva

Meta ha sido especialmente activa al abrazar herramientas y contenidos de IA, y este año lanzó una nueva aplicación dedicada por completo al 'AI slop'.

En respuesta a la aplicación Sora de OpenAI, que ayuda a generar vídeos con IA, Meta introdujo "Vibes" en los mercados europeos en noviembre. La empresa describe la plataforma como "un feed totalmente nuevo en el que puedes crear y compartir vídeos cortos generados por IA, remezclar contenidos de otros y explorar un mundo de posibilidades imaginativas".

Pero, según datos internos vistos por 'Business Insider', Vibes no ha causado gran impacto en Europa, con apenas 23.000 usuarios activos diarios en las primeras semanas tras su lanzamiento. Según ese informe, las audiencias más grandes se registraron en Francia, Italia y España, con entre 4.000 y 5.000 usuarios activos diarios en cada país.

La empresa no publica cifras de usuarios y no respondió a la solicitud de comentarios de 'Euronews Next'.

El giro de Meta hacia el contenido generado por IA resulta especialmente desconcertante, dado que a comienzos de año anunció que combatía el contenido poco original y aconsejaba a los creadores priorizar el 'authentic storytelling' frente a los vídeos cortos de escaso valor.

Por qué más IA no siempre es la respuesta

Según Moran, las herramientas vistosas de IA a menudo no son lo que buscan los usuarios en un producto o servicio digital. Pueden confundir al desafiar su comprensión básica de cómo deben funcionar estos servicios, lo que denomina su modelo mental.

Para Daniel Mügge, investigador de la Universidad de Ámsterdam que estudia la gobernanza europea de la IA a través del proyecto RegulAite, esto refleja un problema mayor en las prioridades de las tecnológicas.

"Creo que lo que está claro, y debería preocupar de verdad, es que varias de estas empresas se han enfrascado en una especie de carrera entre ellas", dijo a 'Euronews Next'.

"Parece haber una apuesta desesperada, de todo o nada, por parte de otras grandes tecnológicas que básicamente se lo juegan todo a encontrar la forma de vencer a OpenAI en su propio terreno", añadió.

La IA generativa ha recibido una atención desproporcionada, según Mügge, si se tiene en cuenta su impacto relativamente limitado en el conjunto de la economía. La Unión Europea estaría mejor si invierte en IA orientada a problemas sociales concretos, como la robótica o la fabricación.

"Vemos que una parte importante de la inversión en IA acaba en aplicaciones que empeoran la sociedad en lugar de mejorarla", dijo Mügge, y citó las herramientas de IA en publicidad como un ejemplo de aplicación que considera abiertamente perjudicial.

"Ese es el tipo de inversión que en realidad no necesitamos y, si no la tenemos en Europa, por ejemplo, es mejor que sea así".

¿Podría una IA 'aburrida' ser mejor a la larga?

La reacción ante la cantidad de 'AI slop' que invade Internet ha llevado a algunos sitios, como Pinterest y YouTube, a incorporar funciones que permiten a los usuarios limitar el contenido generado por IA que ven.

Funciones como estas, junto con herramientas de IA más prácticas que exigen menos interacción del usuario, son puntos positivos de la experiencia en línea, señaló Moran.

"Lo que esta tecnología puede hacer y realmente resulta útil, lo que de verdad está cambiando los productos que diseñamos y nuestra forma de trabajar, no es lo vistoso", afirmó.

Mencionó como ejemplo el resumen, generado por IA, de las reseñas de productos en Amazon, una función útil, aunque aburrida, que mejora la experiencia del usuario sin cambiar de forma fundamental cómo interactúa con el servicio.

"Poder ofrecer un breve resumen cualitativo de cómo se sienten los usuarios respecto a un producto es muy valioso y no requiere ninguna interacción. A la gente le basta con leerlo", dijo.

Dar espacio a empresas más pequeñas que hagan productos útiles, aunque llamen menos la atención, también podría ayudar a que los ecosistemas tecnológicos europeos tracen una vía propia, según Mügge.

"Creo que hay mucho margen para que empresas relativamente pequeñas y mucho más especializadas desempeñen un papel significativo, y así no habría que preocuparse tanto por la ausencia de competencia europea para OpenAI", apuntó Mügge.

Mügge y Moran coinciden en que la marea empieza a cambiar, y el bombo de la IA da paso a un diseño y una estrategia de producto más intencionales y centrados en el impacto.

"Nadie sabe qué vendrá ahora ni hacia dónde evolucionará la tecnología desde aquí", dijo Moran. "Por ahora, estas funciones más pequeñas y acotadas son mucho más fáciles de usar y, aunque no sean llamativas ni vistosas, pueden marcar una gran diferencia en la vida de la gente", añadió.

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