A finales de otoño, el tiempo parece ralentizarse en San Petersburgo. La ciudad invita a dar largos y agradables paseos, y los visitantes pueden disfrutar de sus célebres museos alejados de las multitudes. Uno de los nuevos destinos que se pueden explorar es el Museo del Ferrocarril de Rusia.
PUBLICIDADA finales de otoño, el tiempo parece ralentizarse en San Petersburgo. La ciudad invita a dar largos y agradables paseos, y los visitantes pueden disfrutar de sus célebres museos alejados de las multitudes. Uno de los nuevos destinos que se pueden explorar es el Museo del Ferrocarril de Rusia.
Desde locomotoras de vapor construidas en la época zarista, hasta lujosos vagones de la época soviética... la colección es enorme. La primera línea de ferrocarril de Rusia se inauguró en San Petersburgo, en 1837.
El tren es le medio de transporte favorito para la periodista de Euronews, Galina Polonskaya. La reportera confiesa que, desde niña, siempre le ha gustado "viajar por Rusia en tren".
A menudo, San Petersburgo recibe la denominación de ‘capital cultural de Rusia’. Hay más de 100 teatros en la ciudad, y el otoño es época de numerosos estrenos.
"Todo el mundo conoce las famosas ‘Noches Blancas’. Pero, en otoño, cuando llegan las ‘Noches del Norte’, los teatros de San Petersburgo iluminan la escena cultural con obras de teatro de fama mundial y excelentes espectáculos de ballet y ópera. Entonces, surge esa fantástica atmósfera, gracias a la cual, San Petersburgo es conocida como la capital cultural de Rusia", afirma Arkady Sharogradsky, actor de teatro y cine.
El Teatro Alexandrinsky, obra maestra concebida por el arquitecto Carlo Rossi, es uno de los símbolos de San Petersburgo. La historia del Teatro Aleksandrinsky es impresionante. Casi todas las obras importantes de los grandes escritores clásicos rusos se estrenaron en este teatro. Los zares contemplaban el escenario desde su espléndido 'palco real'.
Sin duda, San Petersburgo sabe cómo complacer a sus huéspedes. La ciudad ofrece una atmósfera única en cada estación.