Caracas ha autorizado el reinicio de los vuelos de repatriación operados por Eastern Airlines tras una petición de la Administración Trump, en un contexto de tensiones políticas y restricciones aéreas hacia Venezuela.
El Gobierno de Venezuela ha decidido autorizar la reactivación de los vuelos de repatriación de ciudadanos venezolanos operados por la aerolínea estadounidense Eastern Airlines, después de recibir una petición formal de la Administración de Donald Trump.
Según indicó el Ministerio de Transporte en un comunicado difundido en redes sociales, la medida permitirá restablecer los vuelos que conectan Phoenix, en el estado de Arizona, con el aeropuerto internacional de Maiquetía, principal puerta aérea de entrada a Caracas. Estos traslados habían sido suspendidos en medio de las tensiones diplomáticas y las restricciones aéreas entre ambos países.
La autorización llega en un momento de especial sensibilidad política. En días recientes trascendió que Maduro habría planteado a Trump, durante una conversación telefónica, la posibilidad de recibir garantías de amnistía a cambio de facilitar su salida del poder. Aunque ninguna de las partes lo ha confirmado públicamente, el gesto de reactivar los vuelos de repatriación se inscribe en un clima de acercamientos puntuales entre Caracas y Washington.
El reinicio de las operaciones de Eastern Airlines también ocurre mientras persisten dificultades en la conectividad aérea con Venezuela. Varias compañías aéreas, entre ellas la española Iberia, anunciaron esta semana la suspensión de sus vuelos hacia el país hasta el 31 de diciembre. La decisión afectó a miles de pasajeros en plena temporada de fin de año, reforzando la dependencia de rutas alternativas para ingresar o salir del territorio venezolano.
Con la reapertura de los vuelos de repatriación, el Ejecutivo venezolano busca facilitar el retorno de ciudadanos que se encuentran en situación vulnerable en Estados Unidos. No obstante, la continuidad de estas operaciones dependerá del desarrollo de las negociaciones políticas entre ambos gobiernos y del contexto regional, aún marcado por restricciones, sanciones y la inestabilidad del tráfico aéreo internacional hacia Venezuela.